Origen del Día de Acción de Gracias: el motivo por el que se come pavo

Origen del Día de Acción de Gracias: el motivo por el que se come pavo

Su origen es más práctico que tradicional.

El presidente de EEUU, Donald Trump, indulta al pavo 'Corn' por Acción de Gracias en la Casa Blanca.EFE/EPA/KEVIN DIETSCH / POOL

En Estados Unidos y Canadá, y con menor relevancia en otros países, el Día de Acción de Gracias marca el inicio de la temporada navideña. Esta festividad, de carácter familiar, gira en torno a una cena que compite en importancia con la de Navidad, donde el pavo asado ocupa un lugar central. Su origen, no exento de debates, se remonta a diversos eventos históricos y culturales que dieron forma a esta tradición.

El Día de Acción de Gracias tiene sus raíces en la Reforma Anglicana de 1534, cuando la Iglesia inglesa suprimió numerosas festividades religiosas. En su lugar, se instauraron celebraciones puntuales llamadas "Días de Acción de Gracias", proclamadas tras eventos como buenas cosechas, victorias militares o el fin de epidemias. Aunque no eran estrictamente religiosas, se vinculaban a la gratitud divina y solían celebrarse en otoño tras las cosechas.

El primer Thanksgiving “oficial” se atribuye al banquete de 1621 en Plymouth, Massachusetts, cuando los colonos ingleses, tras un año difícil, agradecieron la cosecha junto a la tribu Wampanoag. Este episodio, cargado de simbolismo por la cooperación entre nativos y colonos, se ha convertido en el referente más reconocido, aunque Virginia y Canadá también reclaman protagonismo en el origen de la festividad.

En cuanto al pavo, su protagonismo responde a cuestiones prácticas. Los colonos preferían sacrificar aves en lugar de ganado por sus menores costos y mayor disponibilidad. Los pavos, además, proporcionaban más carne que otros animales como gallinas o patos, lo que los convertía en una opción ideal para alimentar a grandes grupos.

Finalmente, la tradición de perdonar un pavo, instaurada formalmente en la era de Ronald Reagan, tiene un origen más reciente. A finales del siglo XIX, los granjeros regalaban pavos al presidente, pero fue Rosalynn Carter quien promovió el rescate de algunos para fines terapéuticos, dando inicio a esta singular ceremonia.