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Qué era la biblioteca de Alejandría y por qué desapareció

Qué era la biblioteca de Alejandría y por qué desapareció

Este complejo no solo albergaba textos, sino que también incluía salas de estudio, jardines, un zoológico y observatorios.

Libro abierto en una biblioteca histórica.Getty Images/Westend61

En la antigüedad, la Biblioteca de Alejandría se erigía como un faro de conocimiento y aprendizaje, atrayendo a eruditos de todo el mundo conocido. Fundada en el siglo III a.C., esta institución no solo albergaba una vasta colección de textos, sino que también se convirtió en un centro de investigación y desarrollo intelectual sin precedentes. Sin embargo, su desaparición ha dejado un vacío en la historia de la humanidad, y las circunstancias que rodean su destrucción siguen siendo objeto de especulación y debate.

La Biblioteca de Alejandría no era simplemente un depósito de libros; era un símbolo del esfuerzo humano por comprender el mundo. Su existencia y su eventual desaparición reflejan tanto el apogeo como las vulnerabilidades de las civilizaciones antiguas. A través de los siglos, la biblioteca ha capturado la imaginación de historiadores, arqueólogos y amantes del conocimiento, quienes buscan desentrañar los misterios de su legado.

La Biblioteca de Alejandría fue fundada por Ptolomeo I Sóter, uno de los generales de Alejandro Magno, y su hijo Ptolomeo II Filadelfo. Situada en la ciudad de Alejandría, en Egipto, la biblioteca formaba parte del Mouseion, un instituto dedicado a las Musas, las diosas de las artes y las ciencias. Este complejo no solo albergaba textos, sino que también incluía salas de estudio, jardines, un zoológico y observatorios, convirtiéndose en un verdadero centro de investigación y aprendizaje.

La colección de la biblioteca se estima en cientos de miles de rollos de papiro, que abarcaban una amplia gama de temas, desde la literatura y la filosofía hasta la ciencia y la medicina. Los eruditos que trabajaban allí, conocidos como bibliotecarios, eran algunos de los más destacados de su tiempo, incluyendo figuras como Euclides, Arquímedes y Eratóstenes. La biblioteca no solo preservaba el conocimiento existente, sino que también fomentaba la creación de nuevo saber a través de la investigación y el debate.

La desaparición de la Biblioteca de Alejandría es un tema envuelto en misterio y controversia. No existe un consenso claro sobre cómo y cuándo ocurrió su destrucción, y varias teorías han surgido a lo largo de los siglos. Una de las teorías más aceptadas es que la biblioteca sufrió varios episodios de destrucción a lo largo del tiempo, en lugar de un único evento catastrófico.

Uno de los primeros incidentes registrados fue durante la guerra civil entre Julio César y Pompeyo en el 48 a.C. Según algunos relatos, un incendio accidental provocado por las tropas de César destruyó una parte significativa de la biblioteca. Sin embargo, esta versión es debatida, y algunos historiadores sugieren que solo una parte de la colección fue afectada.

Otro episodio importante ocurrió en el siglo III d.C., durante el reinado del emperador Aureliano, cuando la ciudad de Alejandría fue atacada y saqueada. Es posible que la biblioteca sufriera daños adicionales en este periodo. Además, en el siglo IV, el emperador Teófilo ordenó la destrucción de templos paganos en Alejandría, lo que pudo haber incluido partes de la biblioteca.

Finalmente, en el siglo VII, la conquista árabe de Egipto bajo el califa Omar pudo haber sido el golpe final para la biblioteca. Según una leyenda, el califa ordenó que los libros fueran utilizados como combustible para los baños públicos, aunque esta historia es considerada apócrifa por muchos historiadores.

A pesar de su desaparición, la Biblioteca de Alejandría dejó un legado duradero en la historia del conocimiento humano. Su modelo de un centro de investigación y aprendizaje ha inspirado la creación de numerosas instituciones académicas a lo largo de los siglos. La idea de reunir y preservar el conocimiento en un solo lugar sigue siendo una aspiración fundamental en el mundo académico moderno.

La Biblioteca de Alejandría también simboliza la fragilidad del conocimiento y la importancia de su preservación. Su destrucción nos recuerda que el saber acumulado a lo largo de generaciones puede perderse en un instante, y subraya la necesidad de proteger y valorar nuestras instituciones educativas y culturales.