Se adentran a 2500 metros de profundidad cerca de la isla militar contaminada y topan con un extraño animal
“En las profundidades oceánicas, los árboles sumergidos forman ecosistemas temporales, pero albergan especies animales extraordinariamente especializadas”.

Un grupo de biólogos estadounidenses ha identificado una nueva especie de molusco marino, denominada Pectinodonta nautilus, en las profundidades del océano Pacífico, a 2.400 metros bajo la superficie, según informó el medio finlandés Tekniikka & Talous. El hallazgo se produjo durante una expedición del buque de investigación Nautilus, que utilizó un submarino teledirigido para explorar el fondo marino.
Los científicos encontraron 79 ejemplares del pequeño caracol, de apenas tres centímetros de longitud, adheridos a un trozo de madera podrida de 35 centímetros, hundido en el lecho oceánico. Se alimentaban de la propia madera, un comportamiento extremadamente inusual y que solo se ha observado en unas pocas especies marinas.
“En las profundidades oceánicas, los árboles sumergidos forman ecosistemas temporales, pero albergan especies animales extraordinariamente especializadas”, explicó la investigadora Paula Rodríguez-Flores, participante en el estudio, en el comunicado de prensa. “A diferencia de los ecosistemas de las fuentes termales marinas, ampliamente estudiados, los árboles hundidos son de difícil acceso. Por ello, se han analizado mucho menos”.
Un caracol que vive de la madera
En el laboratorio, los investigadores examinaron las conchas mediante tomografía computarizada y secuenciación genética. Estas pruebas mostraron que Pectinodonta nautilus se distingue de sus parientes cercanos por su mayor tamaño, su concha más suave y sus dientes radiales más desarrollados, que utiliza para roer la madera y alimentarse de ella.
El análisis de ADN reveló que el género Pectinodonta presenta una estructura genética compleja y una amplia distribución geográfica, lo que sugiere que la nueva especie podría habitar zonas más extensas de lo que se pensaba. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista científica Molluscan Research.
Un descubrimiento en una zona marcada por la historia militar
La nueva especie fue hallada en aguas tropicales del Pacífico Norte, cerca del atolón Johnston, una pequeña isla de apenas 2,7 kilómetros cuadrados situada unos 1.400 kilómetros al suroeste de Hawái. Aunque hoy es una reserva natural, el acceso está restringido debido a su pasado como base militar estadounidense y depósito de armas químicas.
Durante la Guerra Fría, la isla fue utilizada para almacenar sustancias como el gas mostaza, el sarín y el agente nervioso VX, así como el herbicida Agente Naranja, empleado en la guerra de Vietnam. En 1962, varias pruebas de misiles nucleares fallidas provocaron la dispersión de plutonio en el entorno. No fue hasta los años noventa cuando se destruyeron en el propio atolón más de 30.000 toneladas de armas químicas, en un proceso de limpieza que duró una década.
Hoy, el atolón Johnston es un refugio de biodiversidad vigilado por guardas y naturalistas, aunque sigue prohibido visitarlo sin permiso oficial. Los científicos subrayan que el hallazgo de Pectinodonta nautilus en esta zona “no guarda relación con la contaminación histórica”, pero constituye una coincidencia tan intrigante como simbólica: una nueva forma de vida descubierta en un lugar que una vez albergó la destrucción.
