Sicarios enviados por Moscú mataron al desertor ruso en Alicante, según la Inteligencia española

Sicarios enviados por Moscú mataron al desertor ruso en Alicante, según la Inteligencia española

Los servicios secretos tienen claro que el Kremlin está tras el asesinato del piloto ruso que desertó y se pasó al bando de Ucrania y, de confirmarse, Exteriores actuará con contundencia, según adelanta 'El País'.

Maxim Kuzminov, piloto ruso hallado muerto en EspañaInteligencia ucraniana

Maxim Kuzmínov, el piloto ruso que desertó a Ucrania y fue asesinado a tiros en Alicante, habría sido objetivo del propio Kremlin. Según adelanta El País este jueves, los servicios de Inteligencia de España no tienen dudas de que el capitán que escapó con un helicóptero de combate Mi8 el pasado agosto fue objetivo de pistoleros enviados por Moscú.

En este sentido, y según han trasladado fuentes diplomáticas al citado diario, se trata de un asunto calificado como "gravísimo" -hablamos de la supuesta ejecución de una persona por parte de un Estado en un tercer país-. Con todo, en estos momentos aún se está a la espera de que se obtenga suficiente información, mientras se valora la dimensión de la reacción. 

Según esa misma información, si se confirma que las autoridades rusas están detrás del asesinato, el Gobierno de España procederá a dar una "respuesta contundente".

Dudas sobre qué servicio secreto ruso podría estar tras el asesinato

De la misma forma, apunta El País, los expertos tras el caso tienen dudas de qué servicio ruso concreto podría estar tras el asesinato de Alicante. El motivo son las distintas declaraciones vertidas por autoridades rusas sobre el caso de Kuzmínov.

 Podría tratarse de una operación con la firma del servicio de inteligencia exterior (SVR), cuyo jefe Serguéi Narishkin, se pronunció así sobre la muerte del desertor: "Este traidor y criminal se convirtió en un cadáver moral en el momento en que planeó su sucio y terrible crimen".

También hay dudas sobre si el servicio federal de seguridad (FSB), el heredero de KGB soviético, pero también del servicio militar de inteligencia (GRU), puesto que el asesinado tenía el rango de capitán, lo que queda en los márgenes de su competencia.