Torre Pacheco vuelve a la calma: primera noche en paz tras otro fracaso de los ultra
Nulo seguimiento de la segunda protesta organizada por grupos de ultraderecha, no autorizada, cuando se cumple una semana de la agresión que derivó en disturbios racistas. Núcleo Nacional, organización neonazi, planea abrirse un local en la ciudad murciana para organizar nuevas “patrullas”.

Una semana después de la agresión a Domingo, el vecino de 68 años cuya paliza encendió la chispa, Torre Pacheco ha dormido por fin en calma. No se han registrado enfrentamientos, ni disturbios, ni escenas de tensión. Y eso, en este municipio murciano de 41.000 habitantes, ya es noticia. El dispositivo desplegado por la Guardia Civil y Policía Local, unos 140 agentes, ha hecho su trabajo: blindaje de accesos, patrullas con drones y presencia en las zonas más sensibles. Gracias a eso, el barrio de San Antonio ha respirado.
El ambiente, sin embargo, no se ha despejado del todo. Aún pesa el recuerdo de la noche anterior, cuando El HuffPost pudo acompañar a jóvenes encapuchados del barrio de San Antonio, organizados ante la posibilidad de nuevos ataques. Lo hacían por su cuenta, sin presencia policial, temerosos de que se repitieran las llamadas “acciones relámpago”: coches con tres o cuatro ultras que aparecen, golpean o destrozan lo que se cruzan y se largan. “¿Nos quedamos en nuestras casas aunque intenten entrar en ellas?”, se preguntaban vecinos marroquíes al periodista de este medio.
Lo contaban sin victimismo, pero con miedo. “No queremos provocar. Solo defendernos”, insistían. Lo que más les inquieta no es solo la violencia física, sino el daño que puede quedar entre líneas. “Nos preocupa que el discurso de odio cale entre nuestros propios vecinos, con los que nos hemos criado, hemos estudiado y jugado toda la vida”. Varios señalaban con amargura que algunos de los agresores del menor golpeado eran sus propios clientes, o que el kebab asaltado ha servido a buena parte del pueblo y, sin embargo, nadie salió a defenderlo.
Este miércoles, el refuerzo policial sí ha surtido efecto. La vigilancia constante, los controles de acceso y la presión disuasoria han dado resultado: no se ha producido ningún incidente. Y mientras tanto, como cada madrugada, los centenares de jornaleros marroquíes de Torre Pacheco se han subido al autobús que los lleva a trabajar al campo. Hoy y mañana seguirán trabajando. Y seguirán pagando impuestos, como todos los demás.
La ultraderecha fracasa en la calle
La segunda convocatoria ultra en Torre Pacheco ha sido un completo fracaso. A diferencia del martes, cuando apenas 150 personas se presentaron frente al ayuntamiento, en esta ocasión directamente no acudió nadie. Ni pancartas, ni bengalas, ni siquiera un megáfono. Solo medios de comunicación y el eco de una plaza vacía. La protesta no estaba autorizada, como las anteriores, pero ni eso ha disuadido a los ultras en otras ocasiones. Esta vez, sí.
El revés callejero no ha desactivado los planes de fondo. Según reveló el diario Público, el grupo neonazi Núcleo Nacional —inscrito legalmente como asociación desde agosto de 2024— planea abrir un local en la localidad murciana para alojar a “voluntarios” que lleguen desde otros puntos del país. Su objetivo declarado: organizar patrullas. Su portavoz, un encapuchado que se hace llamar “Iván”, lo explicó sin ambages en un canal de YouTube ultra: “Daremos todas las facilidades al voluntario para que pueda asistir durante varios días, hasta que Torre Pacheco se tranquilice o las autoridades se hagan cargo de lo que se está convirtiendo en una zona de guerra”.
La Guardia Civil ya investiga al grupo por la difusión de mensajes racistas y violentos, como el vídeo que circularon en X el pasado marzo donde llamaban a una “defensa activa” contra la “invasión”. Esa retórica, trasladada a la calle, ha desembocado en noches de disturbios, agresiones y ataques organizados.
Las consecuencias ya se han hecho notar en los juzgados. Este miércoles, la jueza de guardia de San Javier ha ordenado prisión provisional sin fianza para uno de los detenidos por los altercados racistas. Ya había sido arrestado el pasado fin de semana, puesto en libertad y reincidió pocas horas después. Se le investiga por atentado contra la autoridad y desórdenes públicos. Con su ingreso, ya son dos las personas encarceladas por los hechos de Torre Pacheco: la otra es uno de los autores materiales de la agresión a Domingo, arrestado en Errentería (Gipuzkoa) y residente en Barcelona.
Además, ha sido detenido el presunto cabecilla del canal de Telegram Deport Them Now UE, que llamaba abiertamente a “cazar magrebíes”. Fue arrestado en Mataró y está a la espera de pasar a disposición judicial. Otros implicados en los disturbios han quedado en libertad provisional, pero con restricciones como la prohibición de residir en el municipio o portar armas.
“No quiero ser protagonista de la película”
Una semana después de ser agredido, Domingo ha vuelto a su bar de siempre, a su rutina de siempre: la partida de dominó con los amigos, cuatro o cinco horas de conversación y bromas que nada tienen que ver con lo que ha ocurrido en su pueblo durante los últimos días. No quiere cámaras ni micrófonos, pero ha aceptado hablar con la televisión pública para lanzar un mensaje claro: que le dejen tranquilo.
“Ojalá que todo hubiera sido un mal sueño”, dice. Y lo dice con una mezcla de resignación y alivio. Físicamente está bien, aunque arrastra la lesión en el ojo que todavía no ha terminado de sanar. “Espero que en una semana más se me quite”. Lo que le pesa más es todo lo que ha venido después: los disturbios, los discursos de odio, el uso de su nombre como excusa para sembrar miedo.
“En Torre Pacheco no hay odio”, insiste. O al menos no lo había antes. Lo que le duele —y eso lo dice sin enfado, pero con claridad— es que haya quien quiera utilizar lo que le pasó para alimentar una espiral de racismo. Él lo rechaza de plano. “A mí que me dejen tranquilo, no quiero ser protagonista de la película”.
Recuerda la agresión con un desconcierto que aún no ha digerido. “Vinieron corriendo hacia mí y de golpe y porrazo me vi en el suelo”. No conocía a sus atacantes. No hubo palabras previas. Solo el golpe. Un acto de violencia gratuita, que ahora se ha convertido en el pretexto de una campaña de odio.
Domingo no quiere venganza, ni tampoco protagonismo. Lo único que desea es que se recupere la convivencia que —según él— siempre ha existido en Torre Pacheco. Y en esa línea, ha evitado en todo momento alimentar ninguna narrativa racista. No ha hecho declaraciones contra los detenidos. No ha pedido castigos ejemplares. Solo quiere volver a su bar, a su mesa, a su vida anterior. “Si pudiera cerrar los ojos y no acordarme de nada…”
Torre Pacheco sacude el debate migratorio
La oleada de disturbios racistas en Torre Pacheco ha escalado el debate político sobre inmigración y delitos de odio. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado mencionar expresamente lo ocurrido en la localidad murciana, pero ha lanzado un mensaje de fondo en defensa de una política migratoria “segura, ordenada y legal”. Lo ha hecho durante una declaración institucional junto al presidente de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouani, en el marco de la primera Reunión de Alto Nivel entre ambos países celebrada este miércoles.
“Hoy día, el progreso y la buena situación económica de España debe mucho a la aportación de la migración”, afirmó Sánchez, reivindicando también la memoria de la emigración española en décadas pasadas. “España fue un país de emigrantes. Muchos de nuestros padres y abuelos se fueron a buscar oportunidades fuera. No podemos olvidarlo”.
Fuentes del Gobierno han explicado que el viaje a Mauritania lanza un mensaje político en favor de la cooperación internacional en materia migratoria y de la integración como vía para evitar la criminalización del extranjero. Junto al presidente, viajaron siete ministros, entre ellos el del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que este jueves presidirá una reunión extraordinaria de la comisión de seguimiento del Plan de Acción de Lucha contra los Delitos de Odio. El Ejecutivo ha querido enmarcar así una respuesta institucional ante los ataques xenófobos en Torre Pacheco y en otras localidades donde han aumentado las amenazas contra colectivos étnicos o religiosos.
Desde el Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo ha endurecido su discurso tras los incidentes. “Un inmigrante irregular que delinque en España tiene que ser deportado de forma inmediata”, declaró este miércoles durante su intervención en los cursos de verano de la Universidad CEU San Pablo, en El Escorial. El líder del PP reclamó modificar el Código Penal para tipificar mejor la multirreincidencia y permitir una respuesta más ágil contra la delincuencia.
“La inmigración irregular no puede producir derechos”, remarcó. Y añadió: “Si lo irregular o lo ilegal produce garantías y derechos, automáticamente dejaremos de llamarle irregular”. Feijóo insistió en que “necesitamos migración regular que se integre en la cultura española, que acepte la Constitución y el ordenamiento jurídico y que lo cumpla”. También criticó la gestión del ministro Marlaska, al que responsabiliza de la tardanza en desplegar los antidisturbios durante los primeros días de violencia. “El domingo estaba en Londres viendo si ganaba Carlos Alcaraz en Wimbledon”, ironizó.
Más rotunda fue la reacción de Vox. El secretario general del partido, Ignacio Garriga, acusó directamente a Sánchez de “criminalizar a quienes denuncian la inseguridad en las calles” y calificó las acciones del Gobierno como “una mamarrachada más”. “Estamos cansados de que utilicen las palabras odio y criminalicen a aquellos que denunciamos la situación para evadir su responsabilidad”, declaró desde Polinyà (Barcelona), donde compareció ante los medios. Vox también arremetió contra el PP por —según ellos— haber impulsado políticas migratorias similares a las del PSOE, en lo que consideran “una agenda compartida de fronteras abiertas”.
La reunión extraordinaria que Marlaska presidirá este jueves busca poner sobre la mesa medidas concretas de seguimiento y actuación ante delitos de odio, así como reforzar la coordinación con los cuerpos de seguridad. El Ministerio del Interior ha reconocido que parte de la radicalización de grupos violentos se alimenta en plataformas digitales, en especial Telegram, donde se han convocado movilizaciones y se ha propagado material xenófobo en los últimos días.
Desde la izquierda parlamentaria se ha pedido más contundencia frente a estos movimientos. Sumar ha registrado preguntas en el Congreso reclamando actuar contra grupos como Deport Them Now o Núcleo Nacional. Unidas Podemos ha criticado que se permita legalmente el registro de organizaciones que “defienden la violencia y el racismo”. Y varios diputados han exigido una investigación sobre cómo se organizan estas patrullas “encubiertas” en zonas rurales.
