La ultraderechista quiere cambiar la elección del presidente y acabar con las "legislaturas rehenes" que llevan a cambios constantes de Ejecutivo en Italia. Fue su gran promesa electoral.
El ultraderechista Partido Republicano arrasó este domingo en las elecciones constituyentes y marcará el rumbo en la redacción de una segunda propuesta de nueva Carta Magna.
La ultraderechista ha convertido la inmigración en el caballo de batalla de su Ejecutivo, en un momento en el que aumentan los desembarcos en las costas.
Fuentes del Consejo de Administración han confirmado que los pagos mensuales de la cadena superaban los 350.000 euros y que los ingresos eran casi inexistentes.
El primer ministro se ha visto obligado a congelar su reforma judicial, que hace estallar la división de poderes. El descontento y la división social lo ha forzado.
El país está sumido en su mayor crisis constitucional desde su fundación en 1948 a causa de una norma sustentada por el Gobierno de derecha, ultras y religiosos.
La reforma judicial del primer ministro, avalado por ultras y religiosos, sume al país en una crisis desconocida que entra en una fase nueva, más asfixiante.
Con la nueva moción han demostrado que dejan de entenderla como un legítimo instrumento constitucional para convertirla en testigo mudo de su incapacidad.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo defiende la gestión económica del Gobierno ante el candidato de la ultraderecha a la moción de censura.