Un inversor inmobiliario se ve obligado a vivir en casa de sus padres teniendo seis pisos en propiedad: "Me da un poco de vergüenza"
El hombre perdió su empleo y tiene todas las casas alquiladas, pero el dinero que recibe por ella se va a mantenerlas. Tampoco puede cobrar subsidios.

La burbuja está lejos de pincharse. La firma de hipotecas en España se ha disparado a máximos en 14 años por la crisis de la vivienda y la bajada del euríbor. En el primer semestre de 2025 se firmaron un total de 243.257 préstamos para comprar casas, un 25% más respecto al mismo periodo del año pasado y la cifra más alta desde 2011.
A pesar de que los precios están disparados en nuestro país y mucha gente ni siquiera puede acceder a la posibilidad de un alquiler, la compraventa de viviendas sigue en auge.
Muchas personas compran casas creyendo que se trata de una inversión segura. En muchos casos, es verdad. Las propiedas se están revalorizando a pasos agigantados y en muy poco tiempo es posible incrementar el beneficio. Pero una mala planificación nos puede llevar a la bancarrota.
Es lo que ocurrió a un inversor inmobiliario de Finlandia. Nuestro protagonista tiene hasta seis propiedas a su nombre en Helsinki, la capital del país, pero se ha visto obligado a tener que vivir en casa de sus padres. ¿Por qué? La historia la cuenta el medio seura.fi.
Hace unos años, Timo se quedó sin trabajo y, desde entonces, el ingeniero no ha podido encontrar un empleo acorde a su formación. Y el subsidio de desempleo ya se le ha agotado.
¿Y por qué no vive en algunas de sus casas? Todos los apartamentos de este hombre están alquilados, pero el dinero que recibe de los inquilinos lo destina casi por completo a los gastos de los apartamentos (hipoteca, impuestos...). El poco beneficio que le queda no le permite alquilar una casa y, a su vez, le priva de obtener algún subsidio. Tampoco vale la pena vender algunos de los apartamentos, porque algunos de ellos han perdido significativamente su valor.
"Esto es un poco vergonzoso para mí, pero elegí este camino para poder minimizar los gastos y prepararme para el futuro. Esta es una solución temporal, pero la intención es conseguir un trabajo en el futuro. Aquí no hay trabajos para ingenieros, así que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa, incluso limpiar", asegura al medio.
Con su historia, el hombre quiere dar a conocer el lado duro de la inversión inmobiliaria. Al público le encanta contar historias en las que un inversor en apartamentos ha amasado rápidamente una considerable fortuna.
"Conozco jóvenes de veintitantos años que tienen más apartamentos que yo. Quiero resaltar el punto de vista de que cuando eres inversor en apartamentos, en cierto modo eres un empresario y, en parte, estás fuera de las redes de seguridad", recuerda.
