Un matrimonio compra la casa de sus sueños y sus planes se truncan por un campo de flores: "Es evidente que pueden tener efectos"
Una historia digna de los peores de-lirios.
Bram ter Heegde y Carlijne Balkema han decidido abandonar la casa que compraron como proyecto de vida en las afueras de Heerenveen, Países Bajos, tras constatar los riesgos para la salud derivados del uso intensivo de pesticidas en los campos de lirios colindantes.
La pareja, que vive con sus hijos de siete y cuatro años, denuncia que las fumigaciones frecuentes han convertido su sueño rural en una amenaza constante. Así lo recoge el portal neerlandés Trouw en una información.
El terreno, adquirido en 2022 con la intención de construir una vivienda autosuficiente y ecológica, se ha visto rodeado por cultivos que son tratados con productos químicos decenas de veces al año. Ante la creciente evidencia científica que vincula los pesticidas con enfermedades graves como el Parkinson, la ELA y ciertos tipos de cáncer, la familia ha optado por mudarse.
¿Qué dice la normativa?
La preocupación se ha intensificado tras un dictamen del Consejo de Estado neerlandés, que reconoce los riesgos de los plaguicidas y exige aplicar el principio de precaución en zonas protegidas como la red Natura 2000. El fallo subraya que, aunque no se haya demostrado un daño directo, los efectos potenciales son motivo suficiente para limitar su uso.