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Un psicólogo define a todas las personas que caminan lentamente con las dos manos en la espalda

Un psicólogo define a todas las personas que caminan lentamente con las dos manos en la espalda

Revela reflexión y concentración y también se usa aposta para dar una imagen de seguridad y autocontrol.

Un señor paseando con una mano en la espalda por un parqueGetty Images

¿Quién no recuerda las imágenes de algún político, escritor o personaje público andando con las manos en la espalda? No es casual, o sí, depende del caso. Este gesto tan común tiene diversos significados cuando se hace de manera espontánea, pero también se uso aposta para transmitir una determina imagen a las personas con las que estamos caminando o que nos puedan ver por televisión, por ejemplo, en el caso de los personajes públicos. 

En cuanto al gesto espontáneo de caminar con las manos en la espalda, lo primero que hay que resaltar, según los expertos en salud, es que no hay actividad física mejor y más sencilla de realizar que andar. Y sus beneficios para la salud, cuando se adquiere el hábito de hacerlo un buen rato durante a diario, están científicamente probados. Por supuesto, en el caso de las personas mayores, pero también en las de cualquier edad. 

Y, en concreto, en cuanto a la forma de andar, aunque la mayoría de la gente lo hace de una manera muy parecida, si nos fijamos en un parque o espacio al aire libre que sea ideal para esta actividad, hay un pequeño porcentaje de personas que observaremos que lo hace lentamente y con las manos en la espalda. Es verdad que es muy común entre las personas mayores, pero también podemos observar a otras personas de cualquier edad haciéndolo. La conclusión sería que son personas que, por así decirlo se están tomando su tiempo para caminar, y para disfrutar haciéndolo, para relajarse. Generalmente, andan de forma lenta o media y con una actitud reflexiva y tranquila.

Uno de los expertos que ha analizado este comportamiento es el psicólogo Rodrigo Pérez que cuenta, en su página web, que esta actitud suele estar muy asociada "con un estado de introspección". Cuenta que, en concreto, se trata de una postura que invita a la concentración, puesto que las dos manos colocadas detrás del cuerpo eliminan cualquier distracción.

Es, además, una postura que nos ayuda a centrarnos en nosotros mismo, en nuestros propios pensamientos. Los expertos también destacan que se asocia con personas que, durante ese paseo, están resolviendo problemas, planificando o  reflexionando sobre sus experiencias más recientes.

Y, sobre los líderes o personajes públicos, resaltan los expertos que es común usar esta postura para dar una imagen de seguridad y autocontrol. Precisamente por la razones que comentábamos antes: si camina relajado, con las manos en la espalda transmite que eso mismo, que no pasa nada, que no siente amenazas a su alrededor y, con ello, un mensaje de tranquilidad y de que considera que todo va bien. Y es que el poder del lenguaje corporal va mucho más allá de lo seguramente muchos imaginamos.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactora en HuffPost España, donde escribo de temas sociales y estilo de vida.

 

Sobre qué temas escribo

Hablo cada semana sobre varios temas en los que nos aporta una nutricionista sus consejos para llevar una vida saludable, sigo los temas de okupaciones en todo el mundo e intento reflejar cómo los problemas y las buenas noticias nos afectan ya de forma global con ejemplos de casos de particulares y poniendo el foco en especial en estudios científicos que demuestren todos los avances que estamos viviendo.

 

Mi trayectoria

Estudié Periodismo en la Universidad Complutense e hice el Máster de Periodismo de la UAM/ELPAÍS, así como el de desarrollo de directivos de PRISA y el IESE. He sido jefa de diversas secciones en EL PAÍS, después, directora de comunicación en diversos organismos, pero, sobre todo, lo que me gusta es escribir. Por eso estoy aquí, para contar historias y buscar temas exclusivos para los lectores. Antes de todo esto, mi especialidad fue durante años la educación. Soy madrileña, de padre catalán y abuelos vascos y de las dos castillas, por lo que me siento de toda España y no entiendo tanta confrontación. Y, sobre todo, me considero muy europea. He recibido el Premio de Periodismo de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, así como el Premio de Periodismo Educativo Esteban Barcia. He escrito un par de libros sobre El papel de los padres en el éxito escolar de los hijos.

 


 

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