Un yate de ultralujo hace acto de aparición y el misterio de sus huéspedes inspira a los lugareños a investigar
Se desconoce la identidad de sus pasajeros, que protagonizaron una carrera con motos acuáticas.
El Golfo de Astakos, y en concreto la zona de Agios Georgios, amaneció el 8 de agosto con la imponente presencia del yate de ultralujo Lauren L, una embarcación de 90 metros de eslora y unos 15 de manga que no pasó desapercibida para nadie.
La llegada del buque estuvo envuelta en misterio, informa Ta Nea, ya que se desconoce la identidad de sus pasajeros, lo que avivó la curiosidad local. Al mediodía, cuatro motos acuáticas partieron desde la embarcación y protagonizaron carreras de velocidad, atrayendo a decenas de observadores en la playa más cercana.
Según los datos de Marine Traffic, antes de fondear en Astakos el yate había visitado la isla de Cefalonia. Su recorrido por las Islas Jónicas comenzó el 5 de agosto en el puerto de Flisvos, cerca de Atenas.
Un magnate detrás del timón: vinculado a Zelenski
El Lauren L es propiedad del magnate ucraniano Igor Kolomoisky, figura tan influyente como polémica en el panorama político y económico de su país. Aunque en los últimos años la embarcación ha sido subarrendada a clientes que buscan unas vacaciones de lujo en alta mar, la vinculación con su dueño le añade un halo de misterio y exclusividad.
Nacido el 13 de febrero de 1963 en Dnipro (entonces Dnipropetrovsk) en el seno de una familia judía, Kolomoisky se formó como ingeniero en el Instituto Metalúrgico local antes de iniciar una exitosa carrera empresarial.
Es cofundador y accionista mayoritario de Privat Group, uno de los mayores conglomerados empresariales de Ucrania, con intereses en energía, metalurgia, petróleo y medios de comunicación. Su activo más destacado fue PrivatBank, el mayor banco del país, nacionalizado en 2016 tras revelarse un déficit de más de 5.500 millones de dólares.
Kolomoisky también es conocido por dirigir el canal de televisión 1+1, desde donde impulsó la serie Servidor del Pueblo, que lanzó la carrera mediática del actual presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
En 2023, fue detenido por un presunto blanqueo de 13,5 millones de dólares entre los años 2013 y 2020.También fue objeto de sanciones por parte de EEUU. En marzo de 2021, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó en un comunicado que "Kolomoiski estuvo involucrado en actos corruptos que socavaron el Estado de derecho y la fe del público ucraniano en las instituciones democráticas y los procesos públicos de su Gobierno, incluido el uso de su influencia política y poder oficial para su beneficio persona".