Una región se volcó para que un ciervo regresara con su padre adoptivo y ahora llora su pérdida: "Con profunda tristeza, despedimos a nuestro querido Bambi"
Su legado, no obstante, permanece intacto: Es su espíritu el que permite a niños y adultos admirar a los animales de cerca y aprender tantas cosas valiosas sobre la naturaleza".
"Con profunda tristeza, despedimos a nuestro querido Bambi". Así comenzaba la nota que Ecofaunistica Valmalenco publicó el 29 de septiembre para anunciar la muerte de un ciervo que durante años fue símbolo de esperanza y unión en la región italiana de Valtellina. Su conmovedora historia comenzó en un solitario bosque tras perder a su madre.
Giovanni Del Zoppo, un canterio de Chiesa en Valmalenco (Sondrio), encontró a Bambi cuando este todavía era un cervatillo vulnerable. Sin pensarlo dos veces, lo llevó a su hogar y lo cuidó para que sobreviviera.
Sin embago, el destino los separó cuando la Policía Provincial de Sondrio trasladó al animal a un centro en Dazio por razones de seguridad, especialmente durante la temporada de apareamiento. Pese a la distancia, Giovanni nunca dejó de pensar en él.
Al conocer la situación, la comunidad de Valtellina se unió para ayudar a que Bambi pudiera regresar a casa. Giovanni y su esposa Barbara lideraron una asociación que organizó una campaña de recaudación de fondos para construir un refugio adecuado donde Bambi pudiera vivir en libertad, pero siempre cerca de la familia Del Zoppo.
Así nació el Oasis de Ecofauna Valmalenco, un refugio ubicado a 1.300 metros sobre el nivel del mar, en la zona Luna. Allí, Bambi vivió junto a otros ciervos, disfrutando de un amplio espacio, un arroyo y un establo, mientras Giovanni y su familia continuaban cuidándolo con amor y dedicación.
Un legado que nadie olvidará
Lamentablemente, tras varios meses de atención y cuidados intensivos, la salud de Bambi comenzó a deteriorarse. A pesar de los esfuerzos incansables de los Del Zoppo y la asociación Ecofaunistica Valmalenco, el ciervo falleció, dejando una profunda tristeza en todos lo que lo conocieron.
La noticia fue confirmada en las últimas horas por la misma asociación: "Con profunda tristeza, despedimos a nuestro querido Bambi. En las últimas semanas, Giovanni y Barbara han hecho todo lo posible para que recibiera los cuidados necesarios, cuidándolo con amor y dedicación hasta el final. Desafortunadamente, a pesar de todos los esfuerzos, su salud se deterioró día a día".
El legado de Bambi, sin embargo, sigue vivo: "Queremos agradecerle de todo corazón, porque también gracias a él podemos disfrutar hoy de este hermoso oasis de ecofauna. Es su espíritu el que permite a niños y adultos admirar a los animales de cerca y aprender tantas cosas valiosas sobre la naturaleza".
Bambi, el ciervo que unió corazones, se ha ido, pero su memoria y su legado vivirán para siempre en el Oasis de Ecofauna Valmalenco, el hogar que le brindó una comunidad entera. "Gracias, Bambi, por todo lo que nos has dado. Adiós, querido amigo", concluye la publicación.