Los que amen escuchar y ver la berrea de un ciervo tienen que apuntar estos destinos de España
De Monfragüe a Liébana, de Cabañeros a Albarracín: estos son los espacios, las fechas y las recomendaciones para una observación maravillosa... y responsable.

El otoño ya está aquí. Aunque quedan restos de calor, la bajada de temperaturas, la reducción de la luz y las primeras lluvias recias confirman el cambio de estación. Y, con él, llega uno de los fenómenos más maravillosos que pueden verse en la naturaleza en nuestro país: la berrea de los ciervos, con una población que supera el medio millón.
¿Pero qué es esto de la berrea? Es el nombre que recibe el periodo de celo de los ciervos, un fenómeno que ocurre siempre en otoño y que se caracteriza por un potente y gutural bramido (o grito) que emiten los machos para atraer a las hembras. Así anuncian su territorio a otros machos y su intención de quedarse en él como sea (sobre todo, si es rico en agua y en alimentos).
Durante esta época, no sólo compiten por las ciervas mediante esas extrañas vocalizaciones, sino que también pueden enzarzarse en duros combates físicos, chocando y enredando sus cornamentas para demostrar su fuerza. Es todo cuestión de dominación, es todo cuestión de perpetuación: de la genética dependen las generaciones por venir. Por eso hay machos que acaban buscando hasta 50 hembras por temporada. Tras la berrea, tras ocho meses, las hembras parirán un cervatillo, que no se separará de su madre hasta el año siguiente en que tenga el siguiente parto.
Cada año, esta ceremonia de la naturaleza, que a veces parece un baile y a veces un combate a muerte, atrae a más turistas a la naturaleza, intrigados por el proceso, acompañado de las hojas que caen, el sol que cambia, el aire que enfría. También a cazadores furtivos, a los que el Seprona de la Guardia Civil intenta mantener a raya.
La Benemérita recomienda mantener una distancia respetuosa con los ciervos para no alterar su comportamiento natural y, un momento crucial para la supervivencia de la especie, es necesario también guardar silencio para contribuir a no interrumpir este proceso determinante para su futuro. Es mejor no hacer uso del claxon si vamos en coche, tampoco de altavoces de música para entretener la espera o realizar ruidos estridentes que asusten a los animales. Lo mismo pasa con las luces, que pueden desorientarlos y y estresarlos. De darles de comer ni hablamos y de dejar basura, lo mismo.
Hay que mantener la distancia, pero si eso complica la observación y se quiere eitar parar en curvas o arcenes, lo mejor es usar miradores y áreas habilitadas, o prismáticos y telescopios. El caso es disfrutar sin hacer daño ni hacernos daño.
Si te interesa acudir al campo y al bosque en busca de una estampa tan particular, toma nota de los mejores espacios para ello en nuestro país:
Monfragüe (Extremadura)
Monfragüe se encuentra aproximadamente en el centro de la provincia de Cáceres, en el triángulo que formarían las conocidas ciudades de Plasencia, T rujillo y Cáceres. Su eje vertebrador lo constituye el río Tajo a su paso por suaves montañas rodeadas de extensas dehesas.
Con 18.396 hectáreas, fue el primer espacio protegido de Extremadura. Se declaró Parque Natural el 4 de abril de 1979, tras varios años de lucha para evitar que las plantaciones de eucaliptos aterrazaran y eliminaran el matorral y bosque autóctono, hábitat de gran cantidad de fauna amenazada.
Desde su declaración como espacio protegido hasta hoy, Monfragüe se ha ido consolidando como un verdadero santuario para observar aves. Todos los años, miles de turistas llegan a la zona para disfrutar del vuelo de las cigüeñas negras, alimoches, buitres o la rarísima águila imperial. Desde su área de U so Público, una zona privilegiada como pocas, puede disfrutarse no solo de fauna en peligro de extinción sino también de paisajes y vegetación incomparables.
Cabañeros y Piedrabuena (Castilla-La Mancha)
El parque nacional de Cabañeros, situado en Castilla La Mancha, entre las provincias de Ciudad Real y Toledo, es en la actualidad uno de los espacios protegidos de mayor relevancia en la península ibérica. La gran diversidad de especies faunisticas y botánicas unido a su peculiar geología, hacen de este espacio natural una joya de gran valor natural, siendo el paraje natural representante del monte mediterráneo, dentro de la red de parques nacionales.
El paisaje de Cabañeros derivado de la acción del hombre a lo largo de la historia, ha dado lugar a un peculiar paisaje de extensas rañas de uso anteriormente cerealistico en secano y con ricos pastos estacionales. Al abrigo de las sierras del chorito y el Macizo del Rocigalgo entre otras formaciones montañosas, completamente cubiertos de bosque y matorral mediterráneos, perfectamente conservados.
Algunas de las especies mas representativas de este Parque Nacional, son las grandes rapaces, como el Aguila imperial ibérica, la Cigüeña negra, o el Buitre negro, mamíferos como el ciervo, el Corzo o Jabalí entre otras especies, y una rica flora con una gran variedad de árboles y arbustos propios del bosque mediterráneo y una amplia serie de microclimas, bosques de galería, trampales, bohonales, o reductos de bosques atlánticos de gran interés botánico.
Sierra de los Filabres (Almería)
La Sierra de Los Filabres es el principal macizo montañoso de la provincia de Almería, aunque las estribaciones más altas se encuentren en Sierra Nevada, y forma el límite sur del Valle del Almanzora. Tiene una longitud de 50 km y una anchura de 25 km, con una superficie total de 150.000 ha. No obstante, esta sierra y la Sierra de Baza conforman un único macizo con distinto nombre según la provincia, ubicándose la segunda en la provincia de Granada. La altitud media del complejo es de 1.500 metros. Podemos destacar alturas superiores a los 2.000 metros como Calar Alto, 2.168, Tetica de Bacares, 2.080 o Calar del Gallinero, 2.049.
Entre los materiales que constituyen la Sierra, distinguimos una unidad inferior de 5 km. de espesor formada por rocas esquisto-cuarcíticas de edad paleozoica. Sobre este zócalo se sitúa una cobertera de 1 Km. de espesor de esquistos y cuarcitas con intercalaciones de rocas carbonatadas y gneis de edad permotriásica. Localmente, entre el zócalo y la cobertera se encuentra otra capa de 1 Km. de espesor formada por carniolas, mármoles y diversos tipos de micasquistos del Triásico medio y superior.
Esta sierra alberga una interesante flora. El matorral, formado por genistas y esparto hasta los 1500 m. deja paso a un sotobosque de jara, ajedrea y piorno azul que acompaña a un bosque de pino carrasco y negral procedente de la fuerte repoblación forestal desarrollada en la decada de los 60.

Liébana (Cantabria)
En el valle de Liébana, la berrea se combina con un entorno de robles, hayas y castaños. Los enclaves recomendados se reparten entre Camaleño (camino de Fuente Dé), Cillorigo de Liébana y La Hermida, la subida al Puerto de San Glorio y el valle de Bedoya.
Aquí, empresas locales ofrecen salidas guiadas que ayudan a localizar manadas en collados y prados altos, siempre manteniendo la distancia. Los prismáticos son imprescindibles; la paciencia, también.
Sierra de Albarracín (Teruel)
La sierra de Albarracín se encuentra situada en el suroeste de la provincia de Teruel. Su localidad de referencia es Albarracín considerado el pueblo más bonito de España y declarado monumento nacional en el año 1961. Esta comarca es un lugar ideal para pasar unos días en contacto con la naturaleza. En la sierra de Albarracín nacen los ríos Tajo, Cabriel, Gallo y Guadalaviar. Dentro de la sierra de Albarracín se encuentra los “ Pinares de Rodeno “ declarado paisaje protegido y que te sorprenderá por sus gigantescas rocas de color rojizo y su contraste con el verde de los pinares que le rodean. En estas gigantescas roscas se practica el “ Boulder “, una modalidad de escalada sin cuerda que se ha convertido en un referente mundial en la sierra de Albarracín y los pinares de Rodeno.
En la Sierra de Albarracín, la cita llega con una propuesta distinta: “Berrea bajo las estrellas”. Este año se celebra los días 17–19 y 24–26 de septiembre. La experiencia combina la escucha de los bramidos con paseos interpretativos y observación astronómica, gracias a la certificación Starlight que posee el territorio. Se promueve un ecoturismo pausado: sin prisas, sin mascotas y con precios reducidos para quienes se alojen en establecimientos asociados
Andújar y Cazorla (Jaén)
La Sierra de Andújar, en plena Sierra Morena, es otra de las referencias para escuchar la berrea. Los montes de encinas y alcornoques crean un entorno ideal para los ciervos, que durante el otoño se hacen oír en gran parte de la sierra.
Uno de los lugares más conocidos es la pista de La Lancha, donde con algo de suerte se pueden observar los animales de cerca, aunque con empresas especializadas es más fácil aprovechar la extensa red de senderos. Además, esta sierra es también hábitat de especies tan importantes como el lince ibérico, lo que convierte la visita en una experiencia aún más especial para quienes disfrutan de la naturaleza.
Además, tenemos el mayor espacio protegido de España también es escenario de la berrea. La población de ciervos en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, es muy numerosa y en estas semanas el sonido de los machos se escucha en distintos puntos de la sierra, especialmente en zonas de pinares y barrancos.
Sierra de la Culebra (Zamora)
La sierra de la Culebra es un conjunto montañoso español ubicado en el noroeste de la provincia de Zamora y de la comunidad autónoma de Castilla y León.
Su configuración longitudinal hace que abarque parte de las comarcas zamoranas de Sanabria, Carballeda, Aliste y Tábara, limitando al oeste con la vecina Trás-os-Montes de Portugal. En total incluye un extenso territorio de aproximadamente 70 000 ha, de las que 61 305 ha han sido declaradas Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y 67 340 ha han sido declaradas Reserva Regional de Caza. Además, desde la promulgación de la «Ley 8/1991, de 10 de mayo, de Espacios Naturales de la Comunidad de Castilla y León», esta sierra es uno de los espacios naturales protegidos por la citada comunidad autónoma, estando aún pendiente de definir la que será su definitiva figura de protección.
En los últimos años se ha debatido la propuesta de que esta sierra sea declarada parque natural, medida a la que se han opuesto los vecinos de los municipios afectados por considerarla perjudicial para sus intereses económicos.
En el ámbito internacional, esta sierra es conocida por albergar una de las joyas faunísticas y emblema de la lucha conservacionista, el lobo ibérico. El vasto espacio que ocupa permite viajar durante días por amplios espacios naturales sin presencia humana. Es uno de los mejores lugares para el avistamiento de la fauna salvaje en España, la contemplación de paisajes agrestes o la vivencia de manifestaciones etnográficas únicas o ya desaparecidas en otros rincones del territorio nacional. Esta sierra es por tanto un lugar único en el que disfrutar del senderismo, del cicloturismo o simplemente del turismo. Cada época del año ofrece una perspectiva singular de su naturaleza, en especial el otoño en el que se puede disfrutar con el cromatismo de un paisaje cambiante y de los frutos silvestres de la época (castañas y setas), que pueden ser degustados junto con otros manjares de esta tierra en los platos de la variada gastronomía local.
Parque Natural de Redes (Asturias)
En el Parque Natural de Redes, en el oriente de Asturias, la berrea se vive en un entorno de bosques húmedos y montañas. Los ciervos conviven aquí con hayedos y robledales, y en otoño los bramidos resuenan en un paisaje que pronto empezará a teñirse de colores ocres y rojizos.
Los concejos de Caso y Sobrescobio concentran buena parte de los accesos al parque. Desde allí parten rutas y pistas forestales que permiten acercarse a las zonas donde se escucha con más claridad. Declarado Reserva de la Biosfera, Redes ofrece un escenario muy diferente al de otras zonas más mediterráneas.
Serra de Boumort (Lleida)
La sierra de Boumort es una montaña calcárea que emerge al nordeste del río Dalt, en la misma comarca del Pallars Jussá. Pertenece al municipio de Conca de Dalt, dentro del antiguo término de Hortoneda de la Conca, a pesar de que sus vertientes se extienden hacia los términos municipales de Bajo Pallars, en el Pallars Sobirá, Cabó, Coll de Nargó y los Valles de Aguilar, del Alto Urgel, y Abella de la Conca, en el Pallars Jussá. Su cota máxima es el pico de Boumort, de 2.076 m.
