Un niño de 3 años marca todo un récord de ajedrez, llaman a la puerta y es la Federación Mundial con dos palabras: "Juego sucio"
El organismo internacional no ha confirmado ni desmentido la existencia de esa denuncia, ni ha revelado quién la ha interpuesto.

A los récords de precocidad en el ajedrez se les suele recibir con admiración y titulares entusiastas. Sin embargo, el último caso llegado desde la India ha abierto un debate incómodo sobre los límites del juego limpio cuando los protagonistas apenas saben leer. El semanario alemán Spiegel recoge la polémica surgida tras la concesión de una calificación oficial de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) a Sarwagya Singh Kushwaha, un niño de solo tres años, convertido así en el jugador más joven de la historia en entrar en el sistema Elo.
La FIDE exige unos requisitos mínimos para otorgar una primera puntuación: disputar al menos cinco partidas en torneos oficiales y sumar un punto, ya sea mediante una victoria o dos empates. Si el rendimiento alcanza los 1400 puntos Elo, la federación asigna una calificación. En el caso de Kushwaha, esa barrera se habría superado a principios de diciembre, lo que llevó a medios de todo el mundo a presentarlo como un “prodigio”.
Sin embargo, la hazaña no ha estado exenta de sombras. Según informaciones recogidas por la prensa india y citadas por Spiegel, se ha presentado una queja formal ante la FIDE cuestionando la legitimidad del récord. El organismo internacional no ha confirmado ni desmentido la existencia de esa denuncia, ni ha revelado quién la ha interpuesto.
El núcleo de la acusación gira en torno a una posible vulneración de los principios de juego limpio. La denuncia sostiene que Kushwaha logró sus puntos al derrotar a tres jugadores con clasificación oficial que, casualmente, serían entrenadores de la academia donde se forma el niño, en el estado de Madhya Pradesh. “Parece que la clasificación se obtuvo por medios desleales, con claras violaciones de los principios de juego limpio de la FIDE por parte de los entrenadores o de quienes supervisaban las partidas”, recoge el texto de la queja.
El padre del menor, Siddharth Singh Kushwaha, y el entrenador Nitin Chaurasiya niegan cualquier irregularidad. El propio Kushwaha admite que los rivales de su hijo son entrenadores, pero rechaza que eso implique trato de favor. “El hecho de que estas personas sean de Sagar y las conozcamos no prueba que haya habido injusticia. Son algo así como nuestros competidores”, declaró, sugiriendo además que el conflicto podría estar alimentado por disputas internas dentro de la federación regional.
La denuncia también menciona un episodio llamativo: una de las victorias del niño se habría producido porque su rival agotó el tiempo tras ir al baño. El entrenador rechaza esa versión y asegura que la partida se desarrolló con normalidad.
