Javier Cercas no elige mejor adjetivo para describir a Trump: es muy español
El autor aprovecha para recoger las falsas promesas del presidente.

Javier Cercas tiene claro que Trump es un "gran cuñado". Tal y como él mismo explica en un artículo de opinión para la revista El País Semanal, y según la RAE, el término "cuñadismo" se usa en España para referirse a opinar de cualquier asunto, "queriendo ser más listo que los demás". "Exacto: Donald Trump es el cuñado, por antonomasia, la quintaesencia del cuñado, el cuñado elevado a la enésima potencia", asegura el autor. Pero, ¿Por qué?
De este modo, el autor define al presidente estadounidense como "un hijo consentido de multimillonario, irresponsable, inmoral, machista y narcisista, que saltó a la fama gracias a un programa de televisión escalofriante". Para respaldar su opinión, se basa en las opiniones de su asesor económico Gary Cohn, que afirmó que "se levanta a mitad de reuniones con líderes mundiales porque se aburre".
Por su parte, y tal como recaba en el periódico, su ex secretario de Estado, Rex Tillerson, explicó que "su comprensión de los acontecimientos globales y de la historia de Estados Unidos era realmente limitada".
Además, el autor recaba cada una de las falsas promesas del presidente, por ejemplo, "aseguró que terminaría con la guerra de Ucrania en 24 horas y Putin está más fuerte y feliz que nunca". Además, el presidente "sostiene que ha acabado con seis guerras, cuando la verdad es que, como explica el periodista Sophian Aubin, solo ha puesto fin a una". Por último, relata que Trump aseguró que la economía estadounidense se arreglaba imponiendo aranceles, y los ha impuesto, pero con ellos "no ha conseguido más que perjudicar a la economía estadounidense y sembrar el caos y la inestabilidad en el mundo".
"Tener al gran cuñado en la Casa Blanca puede ser un desastre, pero también una oportunidad, sobre todo para los europeos; claro que para aprovecharla deberíamos unirnos de veras, plantar cara al cuñado, emanciparnos de él y hacer lo que está haciendo China. O eso, o el drama", termina en su artículo para El País.
