Karlos Arguiñano cuenta lo que le pasó con Robert Redford cuando se subieron juntos en un ascensor
"Sí, sí, esto es verdad".

El cocinero Karlos Arguiñano ha contado lo que le ocurrió cuando coincidió en un ascensor con el actor estadounidense Robert Redford, que ha muerto esta semana a los 89 años.
"Actor guapísimo como todos sabéis", ha empezado diciendo el chef antes de contar su anécdota: "Yo iba con Patxi Trula y Ramón Ramírez en Washington en el hotel Watergate, un hotel donde hubo una movida allí con el presidente Nixon y demás. Se hizo muy famoso el hotel Watergate".
"Y estábamos en el ascensor Patxi Trula, Ramón Ramírez y yo, se paró el ascensor y se abre la puerta y entró Robert Redford. Sí, sí, esto es verdad. Robert Redford. Rubio, guapo, ojos azules, un traje azul, impecable estaba. Impecable", ha recordado Arguiñano.
"Entonces nos empezamos a mirar los cuatro y empezamos los cuatro a reírnos dentro del ascensor, sin hablar. Si nosotros en inglés estábamos lelos. Él tampoco en castellano, por lo visto. Se dio cuenta de la sorpresa que nos llevamos y él también se llevó una sorpresa grande al vernos. Diría: '¿Y estos qué harán aquí?'. Y fuimos en el ascensor descojonándonos los cuatro: Robert Redford y nosotros cuatro", ha contado.
"Así de gracioso fue el encuentro. Luego, bueno, lo he contado muchas veces y fue una anécdota que bueno... en paz descanse. Pedazo de actor", ha dicho el cocinero.
El actor y director ha interpretado todo tipo de papeles a lo largo de su dilatada carrera en Hollywood y ha dejado tras de sí un extenso y envidiable legado cinematográfico. Su última aparición en la gran pantalla, de hecho, fue en una sonada y colosal superproducción.
Se trata de Vengadores: Endgame, la producción más taquillera de Marvel Studios, donde Redford regresó brevemente como Alexander Pierce. El oscarizado actor debutó en el UCM cuando en 2014 llegaba a los cines Capitán América: El Soldado de Invierno, cinta en la que interpretaba a este personaje y viejo amigo de Nick Fury (Samuel L. Jackson), que acabó descubriéndose como gran antagonista.
