Manuela Carmena define la condena al Fiscal General del Estado con dos palabras que son más que suficientes
Ha hablado en la Cadena Ser.

La abogada y exalcaldesa del Ayuntamiento de Madrid, Manuela Carmena, ha opinado durante una entrevista en el programa Hora 25 de la Cadena Ser sobre la condena al Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortíz.
Este jueves se conoció que la Sala II del Tribunal Supremo lo había condenado a dos años de inhabilitación y a una multa de 7.200 euros por un delito revelación de secretos contra Alberto González Amador, quien también tendrá que ser indemnizado por el FGE con 10.000 euros por daños morales.
La sentencia del alto tribunal no se ha producido por unanimidad, ya que ha contado con el apoyo de cinco de los siete magistrados que formaron el tribunal que contaba con mayoría conservadora. Las magistradas progresistas Ana Ferrer y Susana han sido las únicas disidentes a dicha resolución.
Carmena, al ser preguntada por esta noticia que ha sacudido la actualidad política nacional, ha afirmado que "lo primero es una falta enorme de discreción y de acierto por parte del Tribunal Supremo el transmitir un fallo sin que esté la sentencia firmada". "Sabemos que a veces se ha hecho y que hasta lo ha hecho también el Tribunal Constitucional, pero es una irregularidad y también una falta de tacto", ha añadido la exalcaldesa madrileña.
Así describe el fallo Carmena
Carmena ha proseguido diciendo que estaba claro que "es una sentencia que iba a generar el debate que está generando y en la que es importantísimo saber que ese fallo". Sobre el fallo, ha reconocido que desde que lo ha conocido lo ha definido como "profundamente injusto".
"Y lo mantengo, en ese fallo es muy importante saber en qué se ha basado y con qué argumentos jurídicos el Tribunal Supremo ha podido establecer esa condena que, por lo que hemos sabido todos y por la historia de este proceso, tenemos claro que nunca podría haber habido", ha sentenciado.
Finalmente, Carmena ha rematado diciendo que "cómo es posible que se hable de un fallo cuando la sentencia no está ni redactada". "Eso es una falta enorme de consideración y de tacto del Tribunal Supremo", ha sentenciado.
