Noah, profesora española en Noruega, enseña a sus alumnos con una caja de espaguetis lo que es una dictadura: "Para que ellos lo experimenten"
"Es para que reflexionen sobre si es un sistema que funcionaría, si no, si les gustaría".
Noah Taboada, profesora española que trabaja en Noruega, ha explicado la actividad con espaguetis con la que ha enseñado a sus alumnos de ese país las diferencias entre una democracia, una dictadura y otras formas como la anarquía.
Como ella misma apunta, dividió a los niños en grupos y cada uno debía construir una torre con la pasta. "Estamos trabajando las formas de gobierno. La actividad consiste en que yo les digo las normas a seguir. Por ejemplo, si hacemos la democracia, cada persona del grupo va a ser igual. Entonces tienen que votar si quieren hacer cualquier cosa: si quieren coger un espagueti y colocarlo de esta manera tienen que levantar la mano, sugerirlo, votar y el líder del grupo tiene que contar los votos y decir qué se va a hacer", explica.
"Hay otro que es la dictadura en el que se decide quién es el líder haciendo un pulso. Entonces el ganador es el que toma todas las decisiones y les asigna tareas a los otros del grupo. Nadie puede hablar libremente, solo el líder del grupo, y los demás pueden levantar la mano para hacer sugerencias y es el líder el que decide si se hace o no", señala.
Taboada explica que, cuando terminaron de construir las torres, cada alumno debía rellenar en su hoja dependiendo de qué forma de gobierno hayan trabajado y contar cuál es la altura de la fuerza de su torre, si ha sido un éxito o no, qué sentimientos y actitudes ha habido dentro del grupo mientras trabajaban.
Actividad perfecta para generar debate
Además, detrás de cada hoja había una pregunta: 'Si nuestra clase tuviera esta forma de gobierno, ¿cómo sería?'. "Es para que reflexionen sobre si es un sistema que funcionaría, si no, si les gustaría. De esta manera descubren un poco cómo funcionan las formas de gobierno de primera manera y es fácil para ellos entenderlo", señala la docente.
Admite que cuando los niños "rellenan la hoja están pensando principalmente en construir la torre en sí y no tanto en cómo son las diferentes formas de gobierno": "Entonces es verdad que para la anarquía algunos decían que había sido divertido, loco. En la dictadura, muchos pusieron que era aburrido o que no les gustó porque no podían decidir nada, simplemente miraban y ya está".
"Yo acompañaba cada torre con un vídeo después que explicaba la forma de gobierno y hablábamos de eso. Está muy bien la actividad para que ellos lo experimenten de manera más divertida y que el primer acercamiento que tengan sea más divertido y luego ya se puede trabajar de manera más profunda o explicándolo mejor hablando de su historia. Luego estaban muy interesados en hablar de política. Fue perfecta para generar ese debate", celebra.