'The New York Times' habla sobre lo que hizo Franco de una forma que no gustará al 20% de jóvenes que ven buena la dictadura
"No ha descansado precisamente en paz en los últimos años".
El prestigioso diario estadounidense The New York Times, fundado por Henry Jarvis Raymond y George Jones en 1851 y ganador de 131 Premios Pulitzer, ha dado vuelta y media al 50 aniversario de la muerte del dictador español Francisco Franco y desentrañan el dato del CIS en el que un 20% de los jóvenes de entre 18 y 24 años ven "bueno o muy bueno" la etapa de la dictadura franquista.
En el mismo titular ya rezuman lo que está pasando en España y cada vez más: "Franco murió hace 50 años, pero sigue ganando adeptos en España". Ha sido el tema central del extenso artículo en el que analizan las causas de por qué la gente joven, sin haber vivido la etapa del franquismo, la ven con buenos ojos.
"Los jóvenes españoles se sienten cada vez más atraídos por el dictador", advierten, sin olvidarse de qué hizo Franco durante su etapa: "Inició una autocracia de cuatro décadas, suprimió la libertad de expresión, encarceló a disidentes y reprimió a las minorías lingüísticas y culturales del país". El hecho de complacer a sus partidarios mejorando las infraestructuras y la "economía" fue un punto importante en la ganancia de seguidores.
Explican que, a pesar de que el legado franquista ha sido "cuestionado encarnizadamente" por la izquierda y derecha política, el debate, en lugar de desvanecerse, "se ha intensificado recientemente, a medida que los jóvenes conservadores se unen a los llamados para recobrar la imagen del dictador".
Las redes sociales y el contenido franquista
Ese 20% de los jóvenes que tienen una visión positiva de la dictadura franquista se refleja en las redes sociales que "rebosan de contenido franquista". Contundentes, afirman que entre los jóvenes conservadores "algunos ven ahora un atractivo antisistema en reivindicar a un dictador que, según ellos, recibió una mala reputación".
"La nostalgia por Franco nunca llegó a desaparecer. La necesidad de compromiso tras la muerte de Franco dejó a muchos de sus seguidores en posiciones de poder", han contado, refiriéndose a la policía y el ejército.