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Un español que trabaja en Uber en Australia incluso se santigua al ver lo que le piden los clientes

Un español que trabaja en Uber en Australia incluso se santigua al ver lo que le piden los clientes

"Es que no me puedo creer lo que pide la gente".

Un repartidor de Uber Eats.Getty Images

El usuario de TikTok @bertyago, un español que vive en Australia y trabaja como repartidor de Uber, ha subido un vídeo a su cuenta de la red social enseñando completamente alucinado cuál es el pedido que han solicitado dos clientes.

"Chavales, yo os juro que me descojono con los pedidos de la gente por Uber, tío. He venido a recoger dos pedidos al mismo sitio, aquí al supermercado, y es que no me puedo creer lo que pide la gente", ha comenzado comentado en español.

"Además, es un lunes a las 19:45 de la noche. Bueno, pues los dos pedidos prácticamente igual. Cuatro botellas de agua quillo, por Uber", ha subrayado el repartidor, quien no ha podido aguantarse la risa.

"¿Quién coño pide cuatro botellas de agua por Uber, loco? La otra igual. La otra un paquete de seis botellas y dos cajas de pañuelos", ha proseguido relatando, haciendo referencia al segundo pedido.

"Dos personas que han pedido prácticamente lo mismo, loco. Agua, pura agua por Uber. ¿Quién hace eso? Es como, hermano, ¿qué te has quedado sin agua? Bueno, quillo pues enchúfate el grifo un rato", ha manifestado el español.

"Yo no es que juzgue a la persona por su imagen, yo es que la juzgo por lo que pide por Uber", ha bromeado el usuario. "Agua. ¿Cómo que agua por Uber? ¿Quién pide agua por Uber? Es que no... ¿Por qué agua, tío?", ha preguntado, atónito con la situación.

"Aquí el agua en Australia está buena. No entiendo, loco. O sea... tío, un lunes a las ocho de la tarde... Date una vuelta y comprate un garrafón, ¡pero qué gente más rara hay aquí, por Dios!", ha exclamado el usuario.

"Acabo de entregar el primer pedido, el paquete de seis botellas y las dos cajas de Kleenex, y obviamente había una peste a porro en la puerta que era increíble", ha asegurado el repartidor.

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"Un botafumeiro en esa casa, ¿eh? Madre mía, tremenda depresión que tienen que tener ahí, colega. Entre el pedido, los porros y la pinta del kelly... ¡Fuá! ¡Va por ellos!", ha concluido el español, mientras se santigua.