Despiden a siete empleadas tras llamar "ruin" y "cerdo" a su jefe en su grupo de WhatsApp: el Tribunal los declara improcedentes
El órgano judicial argumenta que los insultos tuvieron lugar en un ámbito "privado y cerrado, con expectativa de intimidad".

Insultar al jefe en un grupo de WhatsApp al que él no tenga acceso no puede ser utilizado como motivo para llevar a cabo un despido disciplinario. Así lo ha dictaminado recientemente el Tribunal Superior de Justicia de Baleares.
El caso tiene su origen en un grupo de WhatsApp creado por siete empleadas de una autoescuela con el objetivo de organizarse para poner una queja debido a que la empresa estaba incumpliendo el convenio colectivo.
En concreto, tal y como recoge Diario Sur, la compañía no quería dejar librar a las trabajadoras los días 24 y 31 diciembre pese a ser un derecho que el convenio colectivo reconocía.
En el grupo, más allá de acordar el contenido de la reivindicación laboral, las participantes mostraron su indignación profiriendo numerosos insultos al jefe como "ruin", "cerdo", "perro judío", "rata cochina" o "prepotente asqueroso".
El problema surgió cuando una de las trabajadoras filtró, de forma voluntaria, esas conversaciones al propio jefe, quien decidió despedir por motivos disciplinarios a las siete empleadas (incluida la persona que le mostró los mensajes con los insultos).
Las afectadas llevaron el despido ante la justicia y la jueza de instancia les dio la razón al entender que esos insultos no eran razones suficientes para acometer los despidos disciplinarios "atendiendo al contexto en el que se vierten las expresiones".
La empresa reclamó esa sentencia y el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha vuelto a ser favorable a las empleadas. Una de las claves del caso, según el tribunal, es que las expresiones, más allá de que después fueran filtradas al jefe, tuvieron un lugar en un ámbito "privado y cerrado, con expectativa de intimidad".
"En puridad, no pueden considerarse ni insultos ni ofensas por cuanto no se dirigieron al empresario ni debieron ser conocidas por el mismo", ha añadido al respecto el Tribunal Superior de Justicia de Baleares, que ha considerado los siete despidos como improcedentes.
