Una madre va al lecho del arroyo y topa con dos tesoros de 340 millones de años de antigüedad: "Ya eran antiguos cuando aparecieron los dinosaurios"
El hallazgo ha tenido lugar en Nueva Gales del Sur (Australia).

Una mujer australiana llamada Ashleigh Banks bajó junto a su hijo al lecho de un arroyo en la región de Upper Hunter, en Nueva Gales del Sur, con el objetivo de encontrar algún tesoro geológico.
Y lo consiguió por partida doble. La madre recogió dos piedras de aspecto bastante sencillo, una más clara y otra más oscura. En declaraciones a Yahoo News, Banks ha contado que la roca más oscura no presentaba fosilización evidente en el exterior, pero "se partió perfectamente" desvelando un interesante patrón en su interior.
La otra piedra sí que mostraba señales de fosilización en su exterior, lo que se confirmó al abrirla. "La roca más clara tenía fosilización en el exterior y se partió en tres pedazos, revelando muchos más", ha explicado la mujer.
Patrick Smith, responsable técnico de paleontología del Museo Australiano, ha revisado ambos hallazgos y ha señalado que la madre ha hallado "algunos fósiles realmente clásicos del pasado remoto de Australia".
En concreto, el experto ha precisado que las conchas que se encuentran dentro de las rocas son braquiópodos estrofomenidos. La concha más grande "probablemente pertenece a la familia Schuchertellidae y, muy posiblemente, al género Schuchertella", ha detallado. Y otras más pequeñas corresponden a otra familia de braquiópodos, los Productidae (probablemente al género Marginatia).
El responsable técnico de paleontología del Museo Australiano ha destacado que los fósiles encontrados por Ashleigh Banks datan del período Carbonífero temprano, más concretamente de la etapa Viséana. Tienen una antigüedad de entre 346 y 340 millones de años, lo que significa que "ya eran antiguos cuando aparecieron los dinosaurios", resalta Smith.
