Dimite el consejero delegado de Barclays por la estafa en los tipos de interés

Dimite el consejero delegado de Barclays por la estafa en los tipos de interés

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El consejero delegado del banco británico Barclays, Bob Diamond, ha presentado su dimisión con efecto inmediato tras conocerse el escándalo de las manipulaciones de los tipos de interés interbancarios. La dimisión de Diamond se suma a la del presidente de la entidad, Marcus Agius, que también renunció ayer.

El escándalo estalló la semana pasada cuando los organismos reguladores del Reino Unido y EE UU multaron al banco británico con 290 millones de libras (363 millones de euros) por manipular el Libor -el tipo de interés interbancario fijado diariamente en Londres- y su equivalente europeo, el Euribor, entre 2005 y 2009.

Diamond, de 60 años, ha admitido que ha tomado la decisión debido a las fuertes presiones recibidas que amenazaban con perjudicar la reputación de la entidad. El directivo ha reiterado que actuó siempre en interés del banco: "Sé que cada una de las personas del Barclays trabaja muy duro todos los días para servir a los clientes. Es de esta manera que apoyamos el crecimiento económico" agregó. El consejero delegado comparecerá mañana ante el Comité del Tesoro de la Cámara de los Comunes para responder a preguntas sobre el escándalo.

La decisión de Diamond llega después de que David Cameron, primer ministro británico, anunciase que una comisión multipartita examinará la conducta de la banca, con potestad para interrogar a testigos bajo juramento. Paralelamente, el ejecutivo de Cameron ha encargado una revisión del sistema a través del cual se calcula el Libor, con vistas a evitar futuros abusos por parte de las entidades financieras.

El Barclays, por su parte, ha anunciado que llevará a cabo una auditoría para esclarecer el asunto, en un momento en el que los banqueros están en el punto de mira de la sociedad británica debido a sus altos salarios y a la recesión económica que azota el país. Otros bancos también están siendo investigados por el mismo asunto, entre ellos el Royal Bank of Scotland, que pertenece al Estado en un 84%.