El Papa Francisco confiesa que robó una cruz del ataúd de un sacerdote amigo

El Papa Francisco confiesa que robó una cruz del ataúd de un sacerdote amigo

EFE

El Papa ha incumplido el séptimo mandamiento, al menos, una vez. Así lo ha asegurado el pontífice este jueves, y ha confesado que en Buenos Aires se rindió a "ese ladrón que hay en todos" y robó una pequeña cruz del ataúd de un amigo sacerdote para guardarla como recuerdo.

Francisco ha recordado en una conversación con sacerdotes romanos que, estando en la capital argentina, su ciudad natal, asistió al funeral de un anciano cura al que admiraba. El Papa notó que no había flores en el féretro, por lo que compró algunas y las colocó en el ataúd, donde el sacerdote fallecido sostenía un rosario en su mano.

"De repente, ese ladrón que todos tenemos dentro de nosotros apareció en mi mente. Mientras depositaba las flores, tomé la cruz que estaba en el rosario y, aplicando algo de fuerza, la saqué", ha asegurado, para explicar cómo quebrantó el séptimo mandamiento, que reza "No robarás".

El pontífice, que no ha señalado la fecha en que ocurrió el episodio, ha añadido que desde entonces ha tenido esa cruz siempre con él, como recuerdo del sacerdote y de la misericordia que éste mostraba hacia otros.