A packet of french fries sit on a tray in this arranged photograph at a McDonald's restaurant, operated by McDonald's Holdings Co. Japan Ltd., in Tokyo, Japan, on Wednesday, Jan.7, 2015. McDonald's Corp.'s Japan business and Cargill Inc. are inv...Bloomberg via Getty Images
¿Alguna vez te has preguntado cómo se hacen las patatas fritas de McDonald's? ¿Si son patatas enteras o se fabrican a partir de alguna masa? ¿Si les añaden algún ingrediente? La cadena de comida rápida acaba de publicar un vídeo en su canal de YouTube en el que explica todo el proceso para resolver las dudas más habituales de sus clientes. En menos de un día ya supera las 1.780.000 visitas.
Paso 1: Las patatas llegan desde el campo hasta la fábrica.
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Paso 2: Las patatas se pelan y van a una máquina donde son cortadas.
Paso 4: Se fríen parcialmente para que su exterior esté crujiente.
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Paso 5: Se introducen en un túnel de congelación para, posteriormente, ser enviadas a las tiendas.
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McDonald's plantea el vídeo como si fuera un reportaje en el que se rastrea la cadena de producción desde la mesa del restaurante hacia atrás, hasta llegar a la extracción de la patata del campo. Dan algún dato curioso, como que para cortarlos, los tubérculos pasan por un tubo con un chorro de aire donde son lanzados hacia unas cuchillas a unos cien kilómetros por hora.
Sin embargo, hay algún otro hecho menos divertido, como que se les añade dextrosa (glucosa) y pirofosfato ácido de sodio para evitar que pierdan el color amarillo antes de ser congeladas. Según datos de la propia compañía, una ración pequeña de estas patatas contiene 230 calorías y 11 gramos de grasa. Por muy atractivo que parezca su aspecto, un consumo excesivo no está recomendado en una dieta saludable. Aquí puedes ver el vídeo al completo en inglés.
Angelina Cruz, de 22 años, demandó a Burger King en 2001 y pidió 9 millones de dólares tras pincharse con una jeringuilla al morder su hamburguesa.
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5181 kilos de enchiladas de pollo congeladas fueron retiradas de los mercados de Nueva York, Ohio, Pensilvania y West Virginia. El motivo: contenían fragmentos de plástico.
No sabemos si la ingesta de larvas de mariposa contribuye a una mayor energía. Desde luego, no lo parece viendo la foto de este usuario de Reddit, que se topó con tan viscosa sorpresa.
Una joven de Michigan se encontró un dedo humano en un sandwich comprado en Arby's. Ocurrió en mayo de 2012 y no sabemos si el dedo fue de quien le preparó el sandwich.
No se asusten. Esta no fue verdad. Un hombre de Australia fue cazado tratando de lograr dinero de Campbell introduciendo una jeringuilla en uno de los botes.
Otra vez el KFC y otro de sus sandwiches. Esta vez una familia de Kerala, al sur de la India, encontró gusanos vivos en un sandwich a principios de octubre.
Sí, KFC de nuevo. Esta vez, con alevosía, empleados de un KFC de Texas sirvieron, en septiembre de 2012, pollo caducado a sus clientes. El pollo llevaba prescrito seis días.
En marzo de 2012, una mujer encontró una larva entre las patatas fritas que acababa de comprar en Wendy's. Sin embargo, investigaciones posteriores demostraron que fue ella quien puso la larva entre su comida.
In March 2012, a woman claimed s...
Sí. Eso que todos hemos temido, que nos escupan en la comida, le pasó a un sheriff, que denunció el caso hasta llegar a la Corte Suprema de EEUU en enero de 2012.
La gracieta de comparar toda sustancia viscosa y de color blanco con el semen se hizo realidad en un mercado de Alburquerque, donde uno de sus trabajadores confesó haber rellenado yogures con su propio esperma.
¿Mejor o peor que el semen? Una mujer china encontró en julio de 2011 una mosca en el yogurt. Cuando pidió compensación, le exigieron que demostrara que la mosca había muerto antes de abrir el envase a través de una autopsia.
Una pareja se topó con la desagradable imagen de un ratón destripado en su ensalada en junio de 2011. Lo peor, que ya habían empezado a comerse la ensalada.
Una mujer se comió un perrito caliente con una bala dentro. Cuando sufrió dolores de estómago y fue al médico, las radiografías mostraron el desagradable trago.
Una mujer de Nueva York demandó a un restaurante japonés tras probar la salsa del sushi y ver que aquello sabía más a semen que a picante. Guardó muestras en el congelador para probar sus quejas.