Sexo en el aire: instrucciones para unirse al 'Mile High Club'

Sexo en el aire: instrucciones para unirse al 'Mile High Club'

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Un 17% de los españoles ha practicado sexo en un avión. ¡Un 17%! Una reciente encuesta del buscador Jetcost revela que cada vez se suma más gente al llamado Mile High Club [el club de los que han tenido sexo en el aire].

Entrar a formar parte de este grupo es sencillo (el requisito no tiene ningún misterio), pero quien quiera hacerlo debe tener en cuenta una serie de normas de urbanidad. Estos son los requisitos fundamentales:

1. Vale todo: desde la cópula completa hasta un magreo rápido sin levantarse del asiento.

2. Eso sí, para pedir membresía en el club solo servirán los polvos llevados a cabo a partir de una milla de altitud (es decir, 1.609 metros). Así que nada de intentarlo durante el despegue o el aterrizaje (cuando será mejor permanecer en el asiento con el cinturón de seguridad bien abrochado).

3. La junta directiva del Mile High Club (que no da puntos ni descuentos) comparte algunas pautas para asegurarse el éxito: buscar a un pasajero que viaje solo y negociar con su compañero de asiento para que cambie de sitio con cualquier excusa.

4. ¿El mejor momento? Esperar a que empiece la película, cuando el pasaje esté amodorrado.

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5. Especialmente aconsejables para este fin son los vuelos nocturnos (los llamados Red Eye Flights) mientras el resto del pasaje dormita.

6. Evitar la práctica en vuelos con turbulencias (por razones obvias).

7. Los ingleses lo llaman flyrting (de fly, volar, y flirt, flirtear) y recomiendan practicarlo con desconocidos. ¿Por qué? Pues porque no parece corriente arriesgarse a que le pillen a uno o hacerlo con incomodidad, cuando puede hacerse explayándose al aterrizar.

8. En Air Plane Sex Guide, una completa guía ilustrada, aconsejan buscar una postura que permita lavarse las manos a la vez y así ahorrar tiempo. Porque el tiempo es oro también en estos menesteres aéreos y la recomendación es no excederse de los 15 minutos "se haya llegado o no al orgasmo". Por deferencia hacia el resto de pasajeros que hacen cola en la puerta del baño…

9. Más allá del aseo, generalmente los viajeros hacen la vista gorda si sus vecinos andan metiéndose mano. Siempre que (y, ojo, que por esto no pasamos) no sean escandalosos y no echen el asiento hacia atrás.

10. Pero siempre-siempre-siempre con mucho cuidado, por favor. Un sonrojante 23% de los encuestados fue sorprendido por otro pasajero o por un miembro de la tripulación.

PD. Y si la media española de ese 17% te parece mucho, date una vuelta por nuestros vecinos europeos, mucho más fogosos: el 24% de los franceses y el 18% de los italianos confiesan haber tenido encuentros íntimos a bordo de un avión.

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