Despiden a una limpiadora tras vender latas de reciclaje de la oficina y ganar 35 euros: le indemnizan con más de 35.000 euros
Los vigilantes de seguridad 'la cazaron' llevándose esos envases para luego revenderlos en un supermercado.
Perder un trabajo es casi siempre una situación traumática, pero lo es mucho más cuando se debe a un motivo tan peregrino como revender latas de reciclaje. Es lo que le ha ocurrido a una mujer neerlandesa de 48 años que llevaba nueve años trabajando como limpiador para una empresa. La protagonista de nuestra historia había estado trabajando durante los últimos años en un gran edificio de oficinas donde los empleados, normalmente, traían sus propias bebidas de casa o de algún establecimiento o supermercado. Y esos envases acababan habitualmente en los contenedores de basura.
En la misma zona del personal también hay un contenedor de reciclaje, cuyos beneficios se destinan al personal o a organizaciones benéficas. Un día, según cuenta el diario ad.nl, los vigilantes de seguridad descubren a esta empleada llevándose latas y creen que las extrae de dicho contenedor de recliclaje. Ella les dice que no, que son las que coge de la basura para después llevarlas a un supemercado, donde le dan dinero por ellas con un fin ecologista. En total, había obtenido 35 euros.
La empleada es reprendida por ello y, unos días después, es despedida. Pero la limpiadora se niega a aceptar que le hayan echado por llevarse unas latas y pide una indemnización. El juez le ha ha dado ahora la razón y ha condenado a su exempresa a pagarle 35.000 euros. Según la sentencia, el despido es una medida extremadamente severa que sólo se permite en "situaciones excepcionales".
Ese no parece ser el caso. De hecho, las circunstancias claramente juegan a favor de la limpiadora. No sólo llevaba doce años trabajando en EW sin problemas ni incidentes, sino que nunca había recibido una advertencia oficial. Además, durante años obtuvo las puntuaciones más altas de todos sus compañeros.
Además, el juez consideró que la limpiadora no tenía por qué saber que no podía coger esas latas de la basura y basó su razonamiento en un mensaje de WhatsApp que la empresa envío a sus empleados tras el despido indicando que los envases se considerarán a partir de ahora objetos perdidos. Según el juez, esto pone de relieve que hasta ahora la política de empresa al respecto no era lo suficientemente clara.
En definitiva, el despido de la limpiadora fue injusto y demasiado riguroso. Por tanto, recibirá tres indemnizaciones: casi 15.400 euros en concepto de indemnización transitoria, casi 15.000 euros en concepto de indemnización fija y 5.000 euros en concepto de indemnización justa.
Esta última cantidad sigue siendo "relativamente limitada", porque nuestra protagonista encontró un nuevo trabajo con bastante rapidez, aunque gana unos 500 euros menos al mes. En total, EW deberá pagarle más de 35.000 euros. A modo de comparación: esto es mil veces más que lo que esta limpiadora había ganando recogiendo las latas.