El BCE echa el freno y no aplica una nueva subida de tipos de interés tras diez alzas consecutivas

Era un secreto a voces y ha terminado por confirmarse este jueves. El Banco Central Europeo (BCE) ha echado el freno y, por primera vez, desde el pasado mes de julio de 2022, tras la reunión de este jueves, el regulador de los bancos europeos no subirá los tipos de interés y los mantendrá en el 4,5%.

Han hecho falta 10 alzas consecutivas y que la inflación se sitúe en el 4,3%, lejos del 2% fijado como objetivo por el propio organismo que preside Christine Lagarde, para que el precio del dinero haya dejado de subir. 

El BCE ha seguido los mismos pasos que la Reserva Federal de EEUU, como suele pasar en cada reunión. Después de que el líder de dicha organización, Jerome Powell, anunciara hace casi un mes que hacía falta hacer un parón "de momento", ahora ha llegado el turno de Europa.

En la rueda de prensa ofrecida desde Atenas, Lagarde ha defendido que el frenazo llega cuando las expectativas es que "la inflación sea muy alta durante mucho tiempo". "La economía de la zona euro sigue siendo débil. Los últimos datos sugieren que la industria sigue cayendo y unas condiciones financieras más ajustadas inciden en el consumo de las empresas y la ciudadanía", ha expuesto.

Con el objetivo del 2% "a medio plazo"

El alivio del BCE llega en un momento en el que la inflación todavía sigue siendo alta, sobre todo la subyacente, situada en el 4,5%. Pero en el comunicado compartido por el organismo defienden "sin variación" los tres tipos de interés oficiales.

"La información más reciente ha confirmado en líneas generales su valoración sobre las perspectivas de inflación a medio plazo. Aún se espera que la inflación siga siendo demasiado alta durante demasiado tiempo y que las presiones inflacionistas internas continúen siendo intensas", han señalado en el escrito.

El BCE ha destacado que todavía tienen entre ceja y ceja el objetivo que fijó en julio de 2022 y ha defendido que tienen "la determinación de asegurar que la inflación vuelva a situarse pronto en su objetivo del 2 % a medio plazo".

"El Consejo de Gobierno considera que los tipos de interés oficiales del BCE están en niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán de forma sustancial a este objetivo", han detallado.

El organismo que preside Christine Lagarde ha vuelto a justificar que las próximas medidas se irán conociendo, según sea siendo la evolución de los datos que sigan registrándose en los precios. 

"Las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria", han apuntado.

La economía "debería fortalecerse" en los próximos años

Lagarde se ha mostrado muy optimista por la recuperación de la economía de los hogares en Europa, pese a que las previsiones de la inflación no siguen siendo del todo positivas.

"El momento del efecto de la reapertura de la pandemia se está evaporando. Conforme la inflación siga cayendo, las rentas reales de los hogares se recuperen y la demanda de exportaciones se recupere, la economía debería fortalecerse en los próximos años", ha razonado.

La presidenta del BCE también ha expuesto que la actividad económica había estado respaldada por el mercado laboral, pero sus análisis muestran "señales de que este mercado se está debilitando, se están creando menos empleos". "El enfriamiento de la economía se está contagiado", ha explicado.

Los bancos, "cada vez más preocupados"

Lagarde también ha hecho mención a los efectos de algunos de los conflictos que se están viviendo en muchas partes del mundo, como la guerra de Ucrania o el conflicto entre Israel y Gaza.

Una situación que asegura que "podrían derivar en que los hogares y las empresas tengan menos certezas sobre el futuro". Algo que también se está dejando notar, según la presidenta del BCE, con la crisis climática: "Podría hacer que los precios de los alimentos pudieran subir más".

Entre esas dudas, aparecen las de los bancos a la hora de conceder préstamos. Lagarde apunta a que, debido a los elevados tipos de interés, "los precios, los costes de financiación más altos, han hecho que haya bajado la demanda de créditos del tercer trimestre".

"Los estándares de créditos para empresas y hogares se han endurecido y los bancos están cada vez más preocupados por los riesgos a los que se enfrentan sus clientes", ha señalado.