España e Italia van de la mano a la guerra del aceite de oliva

España e Italia van de la mano a la guerra del aceite de oliva

Ambos países contarán con un leve repunte en las cosechas, según estiman los principales organismos estatales y de consumidores.

Recogida de aceitunasNico De Pasquale

Nada más comenzar la campaña de recolección de aceituna, los principales productores a nivel europeo, España e Italia, empiezan a realizar sus primeras estimaciones respecto a las cosechas que se pueden dar durante esta temporada 2023/2024. 

En Italia, todo hace indicar -según la ISMEA y las empresas Olivicola y Unaprol- que el país transalpino podría crecer hasta un 20% este año pese a la ausencia de lluvias y las críticas condiciones tanto climáticas como económicas durante este último año. De esta forma, se espera que se logren unas 290.000 toneladas, lejos de las últimas cuatro campañas, pero siendo una cantidad superior a la temporada 2022/2023.

Precisamente, debido a la mala campaña pasada, se esperaba un crecimiento considerable, unas previsiones que con el transcurso del año fueron a menos debido a las malas condiciones durante el invierno y verano.

España e Italia, un crecimiento similar

La situación no es especialmente boyante -ni mucho menos- en nuestro país, donde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). han estimado que de cara a la campaña 2023/2024 se lograrán unas 765.300 toneladas de aceite de oliva, lo que supone un 34% menos que la media de los últimos cuatro años, pero un 15% superior respecto a la última campaña, cuando se obtuvieron 664.000 toneladas.

Además, en España, se estima que hay alrededor de 257.000 toneladas de enlace -el aceite almacenado entre campañas-, lo que supone entre un 43% y un 52% menos que las existencias iniciales de la pasada campaña.

En este sentido, se puede afirmar -siempre en base a las previsiones oficiales- que Italia crecerá en torno a un 5% más en la producción de aceite que España, aunque la cosecha de nuestro país será sustancialmente superior.

Pese a esto, en el país italiano se esperan que las cosechas sean muy dispares y heterogéneas, experimentando los territorios del norte una bajada de más de un 30% como consecuencia de las adversidades climáticas desde el pasado mes de enero. A diferencia, en el sur se estima un aumento de alrededor del 34% en zonas como Puglia y Calabria, que suponen el 50% y el 13% de la producción nacional en todo el país.