Los hipotecados se echan a temblar: aún queda lo peor de la subida del Euribor

Los hipotecados se echan a temblar: aún queda lo peor de la subida del Euribor

La tasa de referencia para los préstamos en España ha alcanzado a cierre de febrero su mayor nivel desde noviembre de 2008.

Foto de archivo de un hombre con la llave de una viviendaManu Vega via Getty Images

El Euribor sube, sube y sube. Cerró febrero en el 3,5% y, para desgracia de muchos, parece que no ha tocado techo. Eso al menos es lo que señalan las predicciones de distintos expertos económicos.

Bankinter y la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) pronostican que el Euribor alcanzará el 4% a final de 2023. Y el panorama es aún más aterrador según el portal especializado HelpMyCash, que apunta que la tasa de referencia para las hipotecas en España podría llegar a situarse en el 4% incluso a finales de este mes de marzo.

No obstante, hay quienes son más ‘optimistas’. CaixaBank prevé que el Euribor se coloque en el mes de diciembre en el 3,44%, lo que significaría una bajada de algo menos de una décima respecto al nivel actual. Por su parte, la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) cree que la tasa se encontrará a final de año en el 3,5%, es decir, igual que a finales de febrero.

En cuanto a una potencial bajada del Euribor, Bankinter estima que la misma llegaría a finales de 2024, cuando el indicador descendería hasta el 2,2%.

En cualquier caso, la realidad en estos momentos es que, a raíz del 3,5% que marcó la tasa a la finalización de febrero, un préstamo medio de 143.854 euros (la hipoteca media a cierre de 2022 en España según el INE) a 25 años y con un tipo de euríbor más 1%, experimentará un incremento en la cuota de unos 280 euros mensuales (3.372 euros al año).

En el supuesto de que la hipoteca sea de 300.000 euros (con condiciones similares al préstamo anterior), la cuota aumentará casi 600 euros mensuales, o lo que es lo mismo, más de 7.000 euros anuales.

Y, teniendo en cuenta las previsiones de muchos expertos, la situación no parece que vaya a mejorar a corto plazo, más bien todo lo contrario, por lo que los hipotecados pueden echarse a temblar.