Sara, joven española de camarera en Suiza: "En tres meses me voy con 9.500 euros ahorrados, puedo estar de viaje unos siete u ocho meses"
Su salario mensual asciende a “3.900 francos más propinas, que suelen ser una media de 500 al menos”.

Cada vez son más los jóvenes que deciden buscar oportunidades laborales fuera de España, especialmente en países europeos donde los salarios mínimos superan con creces los de nuestro país. Entre los destinos más habituales se encuentra Suiza, donde incluso trabajos sin experiencia previa pueden ofrecer sueldos muy superiores a los españoles. Ese ha sido el caso de Sara, conocida en TikTok como @sara_ardi, que ha compartido en esta red social cómo le ha ido durante los tres meses que ha trabajado como camarera en un restaurante suizo.
La creadora de contenido suele hablar con naturalidad sobre dinero y vida laboral, y en uno de sus últimos vídeos respondió a una pregunta recurrente entre sus seguidores: cuánto había logrado ahorrar en ese corto periodo de tiempo. “¿Cuánto me llevo ahorrado de Suiza? Cómo os gusta hablar de dinero, ¿eh?”, comentó entre risas antes de entrar en detalles.
Según explicó, su salario mensual asciende a “3.900 francos más propinas, que suelen ser una media de 500 al menos”. Se trata del salario base habitual en el sector hostelero del país helvético. No obstante, recordó que de esa cifra hay que descontar impuestos, alquiler y comida, por lo que el beneficio final siempre baja un poco. Aun así, su capacidad de ahorro ha sido notable. “Quitando todo, me voy con más o menos unos 9.000 francos ahorrados, un poquito menos”, afirmó. Esa cantidad supera los 9.500 euros obtenidos únicamente en tres meses de trabajo.
Sara aseguró que su objetivo al trasladarse a Suiza era “hacer la temporada de tres meses” y después utilizar ese dinero para viajar, que es uno de los pilares de su contenido en redes. Confirma además que tiene intención de regresar en el futuro para repetir la experiencia: “Después voy a volver a hacer la temporada”. Con el dinero ya acumulado y otros ahorros previos, calcula que podrá estar “de viaje mínimo unos siete u ocho meses”.
El esfuerzo, sin embargo, ha sido considerable. Para maximizar el ahorro, reconoce que “durmiendo en un sofá” y compartiendo habitación pudo reducir gastos de alojamiento. Durante un mes llegó a tener dos empleos simultáneamente, “sin librar, yendo a trabajar de lunes a domingo”. También evitó gastar en ocio o ropa para mantener sus finanzas bajo control.
En su vídeo admite que, aunque está satisfecha con el resultado económico, también se siente exhausta: “Estoy muy orgullosa, pero también estoy muy cansada. Tengo unas ganas de dormir en una cama que no os podéis hacer una idea”. Una confesión sincera que muestra el lado menos glamuroso de emigrar en busca de mejores salarios.
