Recomendaciones para minimizar el riesgo de contagio por coronavirus en las cenas y comidas de Navidad

Recomendaciones para minimizar el riesgo de contagio por coronavirus en las cenas y comidas de Navidad

Sanidad limita a 10 las reuniones y aconseja que no se junten más de dos grupos de convivientes.

Close up of modern adult people raising glasses while enjoying Christmas dinner at home, copy spaceGetty Images/iStockphoto

La Navidad más extraña que hemos conocido está a la vuelta de la esquina. Sanidad ya ha confirmado que no se permitirán reuniones de más de diez personas y recomienda que no se junten más de dos grupos de convivientes en una misma casa.

Las comidas y cenas de los días señalados como Nochebuena o Nochevieja tendrán que hacerse siguiendo estas normas y teniendo muy presentes las recomendaciones de los epidemiólogos.

La primera norma es quedarse en casa si se tiene algún síntoma compatible con el coronavirus y la siguiente, que las reuniones deberían ser preferiblemente de convivientes o miembros de la misma unidad familiar. Porque que se pueda hacer no significa que se deba.

Quienes vayan a juntarse con un grupo de convivencia no habitual debería tener en cuenta algunas recomendaciones que los expertos repiten desde que estalló la pandemia y que pueden servir para minimizar el riesgo de contagio.

Lavado de manos

Sanidad sigue insistiendo en esta medida fundamental. Hay que hacerlo siempre al entrar en una casa ajena y no viene mal repetirlo entre platos. Como apuntó la farmacéutica Gemma del Caño el pasado mes de agosto, “en la mesa barra libre de hidroalcohólico”. Si eres el anfitrión, asegúrate de que tus invitados se lavan las manos antes de salir y de que tú haces lo mismo cuando cierres la puerta.

Nada de besos o abrazos

Se deben evitar al máximo los besos y los abrazos tanto al llegar como al despedirse, la distancia interpersonal sigue siendo una medida clave para frenar al virus. “Si no se puede controlar el impulso, entonces diría que se eviten los encuentros”, explicó a El HuffPost el doctor Alfredo Corell. El saludo chocando los codos tampoco vale.

Zapatos en la entrada y espacio único para las pertenencias

Aunque hay debate entorno a si es necesario quitarse los zapatos o no, si no se quieren correr riesgos lo más útil es dejarlos a la entrada. En el caso de los niños pequeños sí es recomendable. Todas las pertenencias de los invitados deben dejarse en un mismo espacio o habitación elegido por el anfitrión, que luego deberá ser desinfectado.

Ventilación, ventilación, ventilación

Evitar los interiores. Ese es el mantra que los epidemiólogos han repetido sin cesar desde que comenzó la desescalada en mayo y que conviene recordar con la llegada del frío. Algunos expertos han recomendado reuniones al aire libre o, si se tiene, en la terraza de la casa, pero cuando eso no es una opción, lo único que queda es ventilar, ventilar y ventilar.

Para ello no es suficiente con mover el aire dentro de una estancia, es necesario renovarlo y que entre aire fresco, por eso lo más efectivo es abrir puertas y ventanas de manera que se forme corriente. No queda otra que dejar abierta la ventana mientras se cena y no cerrarla hasta que haya pasado un buen rato desde que se hayan ido los invitados.

“Sea cual sea el espacio, cuanta más gente haya dentro, más rápido habría que renovar el aire”, incidió la doctora Shelly Miller en un artículo para The Conversation.

Mascarilla mientras no se come

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Otra recomendación sanitaria que se ha repetido hasta la saciedad. Evidentemente es imposible comer y beber con la mascarilla puesta, pero mientras no se empieza y durante el momento de la sobremesa es imprescindible dejársela puesta.

En los últimos meses se ha debatido sobre si la mascarilla a utilizar en interiores debe ser quirúrgica o FFP2. En el caso de una cena o comida de Navidad, si en el momento de tener la mascarilla puesta la llevan todas las personas, basta con una quirúrgica.

Separación de metro y medio mínimo entre comensales

Es imprescindible mantener la distancia interpersonal de mínimo un metro y medio, igual que se hace en terrazas o restaurantes. Para esto hay que tener en cuenta el tamaño del espacio en el que nos vamos a reunir. “A lo mejor las reuniones no pueden ser de 20 en un salón de 15 metros cuadrados”, aseguraba en octubre a El HuffPost Isabel Sola, experta en coronavirus y codirectora junto a Luis Enjuanes de un proyecto de vacuna del Centro Superior de Investigaciones Científicas.

Sentarse en zigzag

Es la mejor opción para no tener a nadie justo enfrente mientras comemos, especialmente si no son personas con las que se convive. Si esto no puede ser así por cuestiones de espacio, lo ideal es que los grupos de convivientes se sienten juntos.

Nada de cantar o gritar

Cantar villancicos este año esta tarea complicada. Cuando alzamos la voz generamos el triple de gotículas y además, llegan más lejos. Por eso una de las recomendaciones de la Eva Elisa Álvarez, miembro de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, es la de no gritar y no poner música de ambiente. Eso hará que tengamos que elevar el tono y maximizará el riesgo.

No comer del mismo plato y no pasarse las fuentes

Se acabó meter la mano en el plato de jamón o de langostinos. Cada uno debe tener la comida en su propio plato e intentar no tocar con las manos las fuentes o recipientes.

Solo una persona pone la mesa y sirve la bebida

La farmacéutica Gemma del Caño recomienda que ponga la mesa una única persona. Siguiendo esa línea, también debería ser una única persona la que sirve, por ejemplo, el vino al resto de comensales.

Nada de brindar chocando las copas

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La Consejería de Salud canaria ha dado varias recomendaciones a los ciudadanos para minimizar el riesgo de contagio durante las comidas familiares. Una de ellas es no chocar las copas al brindar, y simplemente alzarlas.

Tirar de la cisterna con la tapa del baño bajada

Varias investigaciones han señalado que el coronavirus puede permanecer en las heces, por lo que es fundamental seguir unas reglas al acudir al baño. Según un estudio de la revista Physics of Fluids hay que asegurarse de tirar de la cadena con la tapa bajada, para evitar la propagación a través de cualquier gotita.

Una vez los invitados hayan abandonado la casa será necesario limpiar y desinfectar el baño.

Lavar todos los platos y cubiertos a mínimo 60 grados

La limpieza es fundamental. Cuando todos los invitados se vayan hay que lavar todos los platos, cubiertos, fuentes y copas o bien en el lavavajillas o a mano a mínimo 60 grados para asegurarse de que quedan desinfectados.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España, esa sección en la que intentamos contar el lado hedonista de la vida sin dejar de lado otras realidades.

  

Sobre qué temas escribo

Como redactora de LIFE, escribo sobre temas de cultura, moda, belleza o estilo de vida. También he abordado temas de medioambiente, feminismo o sociales, pero donde más cómoda me encuentro es explorando la relación de la moda con otras disciplinas culturales o su impacto social, y sobre todo lo que tenga que ver con el cuidado de la piel.

 

Siempre desde una perspectiva cercana, he tratado cuestiones como la estrategia del Museo del Prado para triunfar a través de sus redes sociales, explicado cómo Melania Trump utilizó su armario como arma política o desmentido bulos relacionados con la protección solar. Es probable que el 80% de los temas que he publicado se hayan escrito mientras sonaban Beyoncé, Oasis y Arctic Monkeys. Además, también me encargo de preparar el boletín de LIFE que enviamos cada sábado intentando resumir la actualidad de la semana.

 

Mi trayectoria

Nací en Vigo en 1992 y desde que tengo uso de razón siempre quise ser periodista. La única excepción fue la época en la que tuve fantasías con ser pintora, pero descarté rápido la idea cuando mis padres me anotaron a clases y me di cuenta de que no era lo mío. Estudié Periodismo en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), donde me gradué en 2014 después de pasar un año en Roma que me hizo apreciar todavía más la cultura italiana. Dejé Galicia para mudarme a Madrid en 2015 y cursar el Máster de Periodismo Cultural en la Universidad San Pablo Ceu. Aprendí en Radio Galega y en Pentación Espectáculos, donde descubrí lo que hay detrás de producciones de teatro y de grandes eventos como el Festival de Mérida. Colaboré puntualmente con Guía Repsol o la revista L'Officiel y llegué a El HuffPost en 2016, donde empecé compaginando mi trabajo como redactora de Branded Content con temas para la sección de tendencias, que terminó convirtiéndose en LIFE, donde actualmente soy una de las redactoras. Fui finalista en los Premios Ecovidrio de 2017.

 


 

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