Cómo el coronavirus ha modificado por completo esta foto de la reina Sofía

Cómo el coronavirus ha modificado por completo esta foto de la reina Sofía

Ha tenido que cumplir el protocolo.

Reina SofíaGTRES

La reina Sofía ha venerado este viernes la imagen de Jesús de Medinaceli en Madrid, aunque lo ha hecho sin tocarla ni besarla para cumplir con las recomendaciones de las autoridades sanitarias destinadas a prevenir el contagio por coronavirus.

Como es tradición cada primer viernes de marzo, doña Sofía, en representación de la Familia Real, se ha sumado a los fieles que adoran la talla de madera, si bien ha sido una visita más breve que en otras ocasiones al no llegar a cinco minutos.

Al suspenderse el besapié ha habido mucha menos afluencia de devotos, algo insólito en una jornada que atrae a miles de personas que guardan una fila kilométrica durante horas para entrar en la basílica a partir de la medianoche.

A la entrada del templo esperaba a la reina el superior provincial de la comunidad de los padres capuchinos, Benjamín Echeverría, y otros representantes de esta orden que regenta la iglesia, situada en el centro de la capital, cerca del Congreso de los Diputados.

Tras unos segundos de recogimiento, se ha vuelto a persignar, sin acercarse a la figura de Jesús de Medinaceli, que esta vez tenía cubiertos los pies con la túnica.

La reina se ha ajustado a la disposición del Arzobispado de evitar el besapié para evitar el contagio del coronavirus, después de que en los últimos días se haya incrementado el número de casos en Madrid.

La tradición de que un miembro de la Familia Real venere este popular Cristo con fama de milagroso, tallado por encargo del duque de Medinaceli, se remonta a finales del siglo XVII, después de que la imagen fuera recuperada de manos de los musulmanes.