¿Protege igual una crema solar de marca blanca que una de farmacia?

¿Protege igual una crema solar de marca blanca que una de farmacia?

Llega el verano y aplicarse el fotoprotector es todavía más imprescindible.

dGetty Images/Image Source

El verano está a la vuelta de la esquina y el sol pega cada vez más fuerte, por eso es fundamental extremar la precaución y no olvidar la protección solar. Ponerse crema con SPF en la cara al salir de casa es imprescindible durante todo el año, pero cuando llegan los meses cálidos y los días de playa, piscina o montaña es cuando hay que proteger a conciencia todo el cuerpo.

A estas alturas, las farmacias y los supermercados se llenan de fotoprotectores. Pero, ¿es de la misma calidad una marca de parafarmacia que una marca blanca?¿Protege igual una que otra? La doctora Paula Aguilera, coordinadora del Grupo Español de Fotobiología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), señala que “todos los productos cosméticos que salen al mercado, sean marca blanca o no, deben cumplir por ley una serie de premisas”. Es decir, ambas protegen y el factor de protección es el que aparece en el envase. 

“El marco regulatorio de todo esto es complejo, pero es un protocolo que cualquier fabricante, antes de poner el producto en la calle debe tener en cuenta”, explica Aguilera. La doctora señala que los protectores solares se regulan a través del Reglamento (CE) 1223/2009 del Parlamento y Consejo europeos. 

“En él se establecen las reglas que deben cumplir todos los cosméticos comercializados en la UE para lograr un elevado nivel de protección de la salud, como se señala en su artículo primero. En el texto se definen los ′filtros ultravioleta’ como las sustancias cuya finalidad exclusiva o principal es la de proteger la piel contra determinadas radiaciones ultravioleta absorbiendo, reflejando o dispersándolas”, desgrana la dermatóloga. 

Por lo tanto, todas las cremas solares y fotoprotectores que se venden en España deben pasar antes los controles que recoge la legislación europea. Ya sean de marcas de farmacia y dermocosmética o de marca blanca. De hecho en 2019 la OCU incluyó en su ránking de mejor valoradas dos productos de Sun Med, de Mercadona, y dos cremas para niños de Cien, la marca de cosmética de Lidl.

Los estándares para medir su eficacia

La Comisión Europea expresó en 2006 la necesidad de crear mecanismos para poder comparar la eficacia de la protección mínima recomendada para protegerse de la radiación UVB. Así nació International Sun Protection Factor Test Method, un índice que se va actualizando y que se utiliza en Europa, Japón, Estados Unidos y Sudáfrica.

Para sacar un fotoprotector al mercado los laboratorios deben cumplir varias normas ISO: para medir el factor de protección solar (SPF), la protección frente a los rayos UVA y la resistencia al agua. La doctora Aguilera señala que, además de por los fabricantes, esta metodología y estos índices son en los que se basan organismos como la OCU.

A pesar de que todos los cosméticos que salen al mercado son seguros, la dermatóloga apunta a que hay algunas propiedades o “reivindicaciones añadidas” que no se rigen por ninguna norma ISO.  Visible protection, blue protection o infra red protection son algunas de ellas. Aguilera explica que las marcas “realizan los ensayos basándose en publicaciones científicas de rigor para poder aportar el claim” y que todos estos estudios deben justificarse en el Product Information File antes de que el producto se comercialice. 

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España, esa sección en la que intentamos contar el lado hedonista de la vida sin dejar de lado otras realidades.

  

Sobre qué temas escribo

Como redactora de LIFE, escribo sobre temas de cultura, moda, belleza o estilo de vida. También he abordado temas de medioambiente, feminismo o sociales, pero donde más cómoda me encuentro es explorando la relación de la moda con otras disciplinas culturales o su impacto social, y sobre todo lo que tenga que ver con el cuidado de la piel.

 

Siempre desde una perspectiva cercana, he tratado cuestiones como la estrategia del Museo del Prado para triunfar a través de sus redes sociales, explicado cómo Melania Trump utilizó su armario como arma política o desmentido bulos relacionados con la protección solar. Es probable que el 80% de los temas que he publicado se hayan escrito mientras sonaban Beyoncé, Oasis y Arctic Monkeys. Además, también me encargo de preparar el boletín de LIFE que enviamos cada sábado intentando resumir la actualidad de la semana.

 

Mi trayectoria

Nací en Vigo en 1992 y desde que tengo uso de razón siempre quise ser periodista. La única excepción fue la época en la que tuve fantasías con ser pintora, pero descarté rápido la idea cuando mis padres me anotaron a clases y me di cuenta de que no era lo mío. Estudié Periodismo en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), donde me gradué en 2014 después de pasar un año en Roma que me hizo apreciar todavía más la cultura italiana. Dejé Galicia para mudarme a Madrid en 2015 y cursar el Máster de Periodismo Cultural en la Universidad San Pablo Ceu. Aprendí en Radio Galega y en Pentación Espectáculos, donde descubrí lo que hay detrás de producciones de teatro y de grandes eventos como el Festival de Mérida. Colaboré puntualmente con Guía Repsol o la revista L'Officiel y llegué a El HuffPost en 2016, donde empecé compaginando mi trabajo como redactora de Branded Content con temas para la sección de tendencias, que terminó convirtiéndose en LIFE, donde actualmente soy una de las redactoras. Fui finalista en los Premios Ecovidrio de 2017.

 


 

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