El creador de los huevos envasados de Mercadona rompe su silencio: "En este país cualquiera opina"

El creador de los huevos envasados de Mercadona rompe su silencio: "En este país cualquiera opina"

"En este país cualquiera opina"

Foto de archivo de una tienda de Mercadona.SOPA Images via Getty Images

Se ha convertido en uno de los productos más comentados del último mes y está a la venta en Mercadona. Sí, se trata de los huevos fritos envasados que se pueden comprar en la compañía valenciana y su creador ha hablado por primera vez de él.

Lo ha hecho en una entrevista en El Periódico de España publicada este domingo. Javier Yzuel solicitó en el año 2014 la primera patente de su invento. Y, tras ver el impacto que ha habido en redes sociales en las últimas semanas, no duda en dejar algo claro. “En este país cualquiera opina”, ha señalado.

En una entrevista telefónica, el creador del producto más comentado del último mes ha detallado que “es importante no dejarte guiar por el impulso y no escuchar a cualquiera”.

“Cuando salimos con el huevo congelado ya hubo un pequeño maremoto. Ahora, me ha escrito gente de todo el mundo y he conseguido que varias empresas contacten para llevarlo a otros mercados. La idea tiene encaje y sentido”, ha asegurado.

Al ser preguntado si el producto estaba pensado para personas con discapacidad, él ha sido sincero. “No. Te podría decir que sí, pero sería mentira. Nunca planteamos el producto así. Ahora, si resulta que alguien se beneficia todo el esfuerzo habrá tenido sentido”, ha añadido.

Javier Yzuel reconoce que la idea le vino por “el desafío técnico” que suponía cumplir con la ley del huevo en la hostelería. “La ley hay que cumplirla. Si te intoxicas en tu casa es tu problema, pero eso no puede aplicarse a la restauración y a los supermercados”, ha razonado.

“En un bar de barrio es difícil verificarlo, pero cadenas como Burger King y McDonald’s no implementan el producto si tienen dudas”, ha defendido.

Durante un momento de la entrevista, el protagonista ha reconocido que el envase lleva una doble capa de plástico por la sorpresa que se encontraron al lanzarlo, que todo el mundo metía el dedo en la yema.

“Que lo haga mi hijo es normal, pero señoras mayores... Meten el dedo, revientan la yema, dejan ese envase ahí y se llevan el de atrás”, ha justificado.