Siete motivos por los que 'Heartstopper' está arrasando
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Siete motivos por los que 'Heartstopper' está arrasando

La serie de Netflix está entre las más vistas de la plataforma y ha recibido el aplauso de la crítica.

Nick y Charlie, protagonistas de 'Heartstopper'.Netflix

A pesar de la caída y los malos datos recientes de la plataforma, Netflix tiene un nuevo fenómeno viral: la serie de adolescentes Heartstopper. Esta producción británica narra la historia de amor entre dos jóvenes: Charlie, abiertamente gay y víctima de bullying en el instituto, y Nick, capitán del equipo de rugby escolar, popular y que descubre su sexualidad al hacerse amigo de Charlie.

La ficción de Netflix ha logrado colarse en el top 10 de la plataforma en España en la primera semana tras su estreno y ha cosechado todo un éxito entre la crítica. Solo en la plataforma Rotten Tomatoes ha recibido una puntuación del 100% de reseñas positivas y un 98% entre la media de espectadores.

Además, en medios como The Hollywood Reporter destacan sobre todo la dulzura de la historia de amor entre Nick y Charlie, protagonistas de la producción. “Considera cada intento de inocencia —no importa lo pequeño que sea— no solo como un paso en la dirección correcta, sino como un logro en sí mismo”, detallan en la publicación. Por su parte, medios británicos como The Guardian la califican como “la serie más adorable de la televisión”.

Estos son algunos de los motivos por los que esta serie de adolescentes ha robado el corazón de jóvenes y adultos:

1. Un reparto diverso y joven. A diferencia de otras producciones como Élite (Netflix) o Euphoria (HBO), donde los actores distan mucho de estar en edad escolar, ls protagonistas de la ficción sí son jóvenes. Kit Connor (Nick en la ficción) y Joe Locke (Charlie) tienen 18 años. La más mayor del reparto es la actriz Corinna Brown, quien da vida a Tara Jones, que tiene 23 años. Además, a diferencia también de otras producciones que abordan la diversidad, también cuentan con un reparto LGTBI como Yasmin Finney, quien da vida a Elle, una adolescente trans y que pertenece al colectivo trans en la vida real.

2. Está basado en un cómic y se nota. La producción juega con las ilustraciones que acompañan a los sentimientos de los protagonistas utilizando las mismas imágenes que en el cómic original de Alice Oseman. Además, que esté basado en un cómic hace que la serie quede abierta a una mayor continuidad, aunque eso finalmente dependa de Netflix. De hecho, Oseman señaló que esta primera temporada abordaba los dos primeros tomos. En total son cinco volúmenes, por lo que, según contó ella misma, se necesitarían cuatro temporadas para abordar toda la historia.

3. Tiene a una estrella como la oscarizada Olivia Colman entre sus protagonistas. Colman da vida a la madre de Nick, Sarah Nelson, una madre adorable y comprensiva con la que su hijo es capaz de desahogarse y serle totalmente sincero. Además, Colman grabó todas sus escenas de la primera temporada en dos días y su participación fue todo un secreto en la producción.

4. Trata al colectivo LGTBI de una forma realista y natural en la adolescencia, sin victimizarlo ni dramatizarlo. En la serie hay lesbianas, bisexuales, gays y personas trans y, aunque se visibiliza el bullying que sufría Charlie al salir del armario y el vacío de Tara al hacer visible su relación con Darcy Olsson, en ningún momento se plantean estos personajes como desgraciados por su sexualidad ni se centran en la discriminación. Heartstopper plasma que son felices, tienen amigos, pareja y apoyo familiar.

5. Se mete de lleno en las emociones adolescentes sin tener que abusar de drogas, sexo o situaciones violentas. Si para algo sirve Heartstopper es para mostrar cómo aborda el amor un adolescente de 15 años. Mientras que series como Sex Education (Netflix) lo plasman desde la sexualidad y el humor y Euphoria (HBO) desde las adicciones y el drama, la producción de Netflix se centra en la dulzura y la inocencia de los primeros amores, sin abusar de las escenas de sexo ni de situaciones violentas como en Élite.

  Nick y Charlie en un encontronazo.Netflix/YouTube

6. Aborda el bullying y las inseguridades. Aunque no se centre ni se recree en el bullying sí que deja impronta en las vivencias de Charlie y en los comportamientos de los amigos de Nick. También muestra las inseguridades de Nick y Tara a hacer pública su sexualidad y cómo, por ejemplo, se encuentran preocupados por el auge de las agresiones homófobas.

7. Porque los adultos no son los que fiscalizan ni culpan a los menores, sino que los ayudan y apoyan. Los adultos juegan un papel fundamental en la serie, desde el padre de Charlie a la madre de Nick pasando por el profesor Ajayi, gay visible, que se convierte en el confidente y consejero de Charlie.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

Sobre qué temas escribo

Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.

 

Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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