Por qué Hitler odiaba el pintalabios rojo

Por qué Hitler odiaba el pintalabios rojo

La diputada Naiara Davó asegura que el labial rojo es un símbolo "feminista y antifascista".

dGetty Images

Naiara Davó ha dado mucho que hablar este miércoles después de decir que ponerse pintalabios rojo era un símbolo “feminista y antifascista”. La diputada de Podemos escribió en Twitter que Hitler lo odiaba y la red se llenó tanto de comentarios a favor de su postura como de críticas por su “frivolidad”. Sea como fuere, el labial rojo tiene mucha historia y, efectivamente, el dictador nazi lo detestaba.

Lo explica Rachel Felder, autora del libro Red Lipstick: An Ode to a Beauty Icon, que narra el significado del pintalabios rojo desde su creación hasta la actualidad. “Adolf Hitler odiaba el lápiz labial rojo. Durante la Segunda Guerra Mundial los labios rojos eran sinónimo de audacia y de valentía. En los países aliados, llevarlo se convirtió en un signo de patriotismo y toda una declaración contra el fascismo”, contó la autora a la cadena CNN.

Durante la Segunda Guerra Mundial, en Reino Unido se paralizó la producción de todos los cosméticos, a excepción del pintalabios rojo. El entonces primer ministro del país, Winston Churchill, lo justificó diciendo que el labial hacía sentir a las mujeres más atractivas y seguras, y que era una forma de levantar la moral de la nación en uno de los momentos más duros de su historia.

Desde ese momento la barra de labios roja se ha considerado un indicador de consumo, el llamado décadas después Lipstick Index. Cuanto mayor es la crisis y más se hunde la economía, más suben las ventas de este pintalabios. Hasta que con la pandemia de coronavirus llegaron las mascarillas y echaron por tierra la histórica tendencia.

La asociación del pintalabios a la lucha por los derechos de las mujeres se remonta a 1912, cuando una multitud de mujeres se manifestaba en Nueva York a favor del sufragio femenino. Las manifestantes pasaron por delante de la tienda de cosmética de Elizabeth Arden en la gran manzana y la empresaria, defensora del movimiento, regaló decenas de barrios de labios rojas a las mujeres que participaban en la marcha.

Davó no es la única política que ha utilizado la belleza para reivindicarse. La estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez compartió su rutina de belleza y maquillaje con la revista Vogue el pasado mes de agosto en un vídeo en el que señalaba que quererse a una misma en un mundo que te dice lo contrario es un acto revolucionario. Desde que entró en el Congreso la demócrata ha hecho del labial rojo su seña de identidad y lo utiliza cuando necesita “un extra de confianza”. Ocasio agotó existencias del modelo que utiliza habitualmente: Stay All Day Liquid Lipstick en el tono Beso, de Stila.