Aparta tus películas mentales y recupera el equilibrio cuerpo-mente

Aparta tus películas mentales y recupera el equilibrio cuerpo-mente

‘Películas mentales’ son los pensamientos negativos con los que se crean futuros imaginarios que nunca pasarán o se revive el pasado doloroso sin cesar, y llenan de angustia el presente.

Los pensamientos negativos van acompañados de sentimientos negativos y elevan el estrés negativo. Cuando el estrés supera el límite superior tolerable es plasmado en el cuerpo en forma de problemas digestivos, insomnio, hipertensión o ansiedad, por ejemplo.

Poner el foco en qué pensamos puede romper esa cadena de consecuencias negativas para la salud.

Y para romper esa cadena, es muy importante también gestionar adecuadamente los sentimientos y emociones que les acompañan.

Según la OMS una de cada cuatro personas sufrirá en su vida algún trastorno mental como la depresión.

Nadie nos dijo en el cole que dejar volar la imaginación pudiera tener efectos negativos, pero en algún momento de nuestra vida, todos nos atrapamos en películas imaginarias donde no faltan efectos especiales, villanos y tramas almodovarianas.

No hay ninguna célula de nuestro cuerpo que escape al control de nuestra mente.

Escuchar al cuerpo es una vía extraordinariamente útil para controlar nuestros pensamientos.

El cuerpo no es mudo. Avisa cuando estamos acumulando demasiado estrés para que pongamos orden interno.

Todos conocemos a personas que se ocupan de la casa, de los niños, de un trabajo y en sus ratos libres son los presidentes de la comunidad de vecinos y del grupo folklórico del pueblo. Cuando a esa persona una enfermedad le hace parar de golpe no nos extrañamos al escuchar “el cuerpo le ha dicho que pare” o “no se estaba dando cuenta de que ese ritmo de vida no era normal”. Es decir, todos confiamos en la sabiduría de la biología.

Se ve antes la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio. A todos nos envía señales el cuerpo pero las confundimos con casualidades o mala suerte.

El cuerpo no es mudo. Avisa cuando estamos acumulando demasiado estrés para que pongamos orden interno. Al principio lo hace con avisos pequeños y luego va subiendo el tono y la intensidad.

Darse cuenta de que ese malestar físico es un aviso de que nuestro estrés se está elevando debido a toda la carga de pensamientos negativos que acumulamos es el primer paso para tomar el control.

Hay una secuencia lógica: pensamientos negativos se acompañan de sentimientos negativos y elevan el estrés negativo que se plasma negativamente en el cuerpo.

La redundancia bien vale la explicación.

Recorrer el camino inverso escuchando al cuerpo y desactivando las películas mentales de final fatal es lo que nos propone este libro.

Darse cuenta de que ese malestar físico es un aviso de que nuestro estrés se está elevando debido a toda la carga de pensamientos negativos que acumulamos es el primer paso.

Yo experimentado en su propio cuerpo los efectos de estas películas mentales. Con apenas 30 años recibí el diagnóstico de fibromialgia y síndrome de fatiga crónica que, sumado a otras dolencias que ya padecía, me puso frente al pronóstico de un reputado reumatólogo: “te vas a quedar en breve sin facultades intelectuales y en silla de ruedas”.

Un espíritu luchador e inconformista me llevó a preguntarse el por qué y el para qué de todo aquello. Entendí que su cuerpo me enviaba un mensaje que tenía que escuchar.

Hoy, superados esos síntomas y con la vitalidad por bandera, escribo en este libro las claves con las que es posible recuperar el equilibrio cuerpo-mente y volver a disfrutar de los placeres de la vida.

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