Cuando somos conscientes de nuestras capacidades y tenemos herramientas mentales para afrontar los conflictos psicológicos de nuestro día a día, estamos mentalmente sanos.
Una corriente de profesionales de la salud mental reconoce que sus tratamientos sirven para poco si no cambian los empleos y las condiciones de vida de la clase trabajadora.
Tensión en mandíbula y cuello, dolor de cabeza, deformidad en los dientes y pérdida del esmalte son algunos de los síntomas que provoca apretar la mandíbula y rechinar los dientes.
Las niñas con autismo se acaban convirtiendo en mujeres con autismo. Si no lo diagnosticamos como tal, lo acabaremos llamando 'depresión' y 'ansiedad'.
El psicólogo catalán acaba de publicar 'Sin miedo', un manual para superar los trastornos mentales más comunes: ansiedad y trastornos obsesivo compulsivos.