Los talibanes buscan a afganos que ayudaron a EEUU para capturarlos, según la ONU

Los talibanes buscan a afganos que ayudaron a EEUU para capturarlos, según la ONU

Diplomáticos de Washington alertaron en julio del riesgo de un triunfo islamista, pero ahora se ven rogando por corredores humanitarios para llegar al aeropuerto de Kabul.

Los talibanes están intensificando la búsqueda de personas que trabajaron con las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán, según un documento confidencial de Naciones Unidas, que advierte sobre “tortura y ejecuciones” contra estas personas y sus familias, pese a que los militares prometieron no vengarse de sus oponentes.

El informe -proporcionado por los consultores de evaluación de amenazas de la ONU y avanzado por The New York Times- dice que los talibanes tienen “listas prioritarias” de individuos que quieren arrestar.

Según el documento, las personas que corren más riesgo son las que han desempeñado funciones importantes en el ejército, la policía y las unidades de inteligencia afganas.

Los talibanes han estado realizando “visitas puerta a puerta selectivas” buscando a las personas que quieren detener y a sus familiares, dice el informe.

Añade que los militares también están controlando a las personas que se dirigen al aeropuerto de Kabul y han establecido puestos de control en las principales ciudades, incluidas la capital y Jalalabad.

El documento, fechado el miércoles, ha sido redactado por el Norwegian Center for Global Analyses, una organización que proporciona trabajo de inteligencia a las agencias de la ONU.

“Están apuntando a las familias de los que se niegan a entregarse, y persiguiendo y castigando a sus familias ‘según la ley islámica’”, ha dicho a la agencia de noticias Afp Christian Nellemann, director ejecutivo del grupo.

“Prevemos que tanto los individuos que anteriormente trabajaban con las fuerzas de la OTAN y Estados Unidos como sus aliados, junto con los miembros de sus familias, estén expuestos a la tortura y a las ejecuciones”, ha añadido.

“Esto comprometerá aún más los servicios de inteligencia occidentales, sus redes, métodos y capacidad para contrarrestar tanto a los talibanes como al EI y otras amenazas terroristas”, ha añadido.

El informe señala que los militantes están “reclutando rápidamente” nuevos informantes para que colaboren con el régimen talibán y están ampliando sus listas de objetivos poniéndose en contacto con mezquitas y corredores de dinero.

Los talibanes lanzaron una estrategia de relaciones públicas desde que volvieron al poder el domingo, incluyendo la promesa de una amnistía completa para todos los que trabajaron con el Gobierno afgano electo.

Pero los afganos y los observadores no han olvidado el régimen islámico ultraconservador de los talibanes de 1996-2001, cuando se impusieron castigos brutales, como la lapidación hasta la muerte por adulterio.

Miedo a represalias

Justo los ministros de Exteriores del G7, reunidos este jueves por videoconferencia, expresaron su preocupación por las “represalias violentas” en algunas zonas de Afganistán ante el avance del control talibán, indicó en un comunicado Gobierno del Reino Unido, presidente de turno del grupo.

Los ministros subrayaron la “importancia de que los talibanes cumplan su compromiso de asegurar la protección de los civiles”.

Los representantes de EEUU, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón, el Reino Unido y la Unión Europea (UE) instaron asimismo a los talibanes a “garantizar un paso seguro” para aquellos extranjeros y afganos que quieran abandonar el país.

El Pentágono reveló este jueves que cazabombarderos F-18 de EEUU están sobrevolando Kabul para garantizar la seguridad en el aeropuerto, aunque matizó que no lo hacen a baja altura y que no suponen ninguna demostración de fuerza.

Joe Biden, el presidente norteamericano, afirmó que las tropas de su país podrían quedarse en Kabul después del 31 de agosto para completar la evacuación de los ciudadanos estadounidenses, en su entrevista con ABC News.

Sin embargo, el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, subrayó este jueves que todavía no se ha tomado la decisión de modificar la fecha tope del 31 de agosto para culminar la retirada de todas las tropas de EE.UU. de Afganistán.

En busca de corredores humanitarios

Kirby dijo también que Estados Unidos está presionando a los talibanes para que dejen un corredor seguro con el fin de que los estadounidenses y sus colaboradores afganos puedan alcanzar el aeropuerto de Kabul, de donde han sido evacuadas 7.000 personas desde el 14 de agosto.

Los comandantes estadounidenses sobre el terreno “están en comunicación frecuentemente con los talibanes para que faciliten el paso seguro” al aeródromo, afirma.

En ese sentido, precisó que el contraalmirante Peter Vasely, que supervisa la operación de evacuación en el aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul, habla más de una vez al día directamente con los insurgentes sobre la situación.

Desde el Departamento de Estado, el portavoz de la cartera de Exteriores de EEUU, Ned Price, reconoció que han visto informaciones en redes sociales de que hay personas que no están siendo capaces de alcanzar el aeródromo y que en algunos casos son ciudadanos estadounidenses.

“Estamos haciendo todo lo que podemos mecánicamente, logísticamente... pero por supuesto que también hay un elemento diplomático”, admitió.

Price subrayó que es algo que EEUU se está tomando “muy en serio”: “Nuestra intención es reubicar el máximo número posible de personas tan rápido como podamos”.

Washington inició la retirada de sus tropas de Afganistán en mayo pero se ha visto obligado a acelerar la evacuación de los estadounidenses que quedan en Afganistán y de sus aliados tras el rápido avance de los talibanes, que el domingo tomaron Kabul y controlan casi todo el país. Además, EEUU ha tenido que mandar refuerzos militares para garantizar la seguridad del aeropuerto, después de la caída de la capital en manos de los insurgentes.

Según datos del Pentágono, se ha evacuado a 7.000 personas de Afganistán desde el pasado 14 de agosto y actualmente hay 5.200 soldados estadounidenses en Kabul. Las fuerzas de EE.UU. han habilitado más accesos al aeropuerto para acelerar el proceso de sacar a sus nacionales y sus colaboradores del país asiático.

Los diplomático avisaron en julio

También esta madrigada se ha sabido que diplomáticos de la embajada de EEUU en Afganistán alertaron en julio al secretario de Estado, Antony Blinken, del riesgo de que Kabul cayera en manos de los talibanes poco después de que las tropas estadounidenses se retiraran del país a finales de agosto, revelaron The Wall Street Journal y la CNN.

Al parecer, 23 diplomáticos de la embajada de EE.UU. en Kabul avisaron en una comunicación interna a Blinken de la posibilidad de un rápido avance de los talibanes y del colapso de las fuerzas de seguridad afganas, como finalmente ocurrió. Esa comunicación interna, fechada el 13 de julio, también urgió al Departamento de Estado a usar un lenguaje más duro para describir las atrocidades cometidas por los insurgentes.

Los diplomáticos también pidieron al Departamento de Estado que empezara a recolectar cuanto antes los datos necesarios para evacuar a los afganos que trabajaron para los estadounidenses durante 20 años como intérpretes o traductores y que tienen derecho a unos visados especiales para refugiarse en EEUU.

Además, consideraron necesario comenzar los vuelos de evacuación como tarde el 1 de agosto, de acuerdo con The Wall Street Journal.