El valenciano Raúl Incertis ha pasado cuatro meses prestando ayuda en el hospital gazatí Nasser de Jan Yunis y relata la falta de medios, de vendas a analgésicos, los disparos intencionados de Israel y el dolor de los niños.
Sólo ha recibido un 13 %, 5.600 millones de dólares, de los 44.000 millones que solicitó para atender las crisis globales de 2025, y estamos ya a mitad de año. Ahora ruega a los donantes al menos 29.000 millones. Pura "supervivencia humana".
Según la prensa local, la estrategia está enfocada a aumentar gradualmente la presión militar sobre el enclave, que desde octubre de 2023 se ha cobrado ya la vida de más de 52.200 personas, para presionar a Hamás para aceptar un alto el fuego.
El ministro ultra Smotrich insiste en que el Gobierno "no tiene derecho a existir" si no ocupa la franja palestina, donde hoy han atacado una escuela matando a 10 civiles.
Ni alimentos, ni agua, ni combustible ni medicamentos ni tiendas de campaña, ni material de higiene o para la reconstrucción... Una situación desesperada por el periodo más largo sin suministros desde el 7 de octubre de 2023.
La contienda atraviesa un 'impasse' marcado por un frágil alto el fuego alcanzado en 2022 que aún se mantiene, con la esperanza de que se traduzca en el fin del conflicto. De forma paralela, crece la intervención estadounidense contra los hutíes.
Los planes para el día después de la tregua definitiva entre la milicia e Israel no se hacen, porque pocos confían en que la paz dure. Sin embargo, es necesario analizar el papel de quien ha gobernado la franja desde 2007 y que aún no ha sido destruido.
Un informe de MSF y el IECAH evidencia el fracaso de un planeta con poco corazón ante los 36 conflictos abiertos hoy. Intereses, dobles raseros y olvido que impiden proteger a los civiles y darles respuestas básicas. Un fracaso colectivo.
El secretario general de Naciones Unidas ha reclamado por primera vez en su mandato una reunión especial del Consejo de Seguridad por la situación de extrema crisis humanitaria en la franja palestina.
Es la primera vez que el secretario general de la ONU aboga por esta convocatoria extraordinaria, dada la gravedad para el mundo de lo que pasa en Palestina. La respuesta de Israel: acusarlo de bajeza moral y reclamar su dimisión.
"¿Por qué? Tal vez dije algo inconveniente, pero la ONU lo dice claramente. Un horror no justifica otro", defiende el jefe de la diplomacia europea al ver la reacción.
Los integristas se hacer fuertes, superando las oposiciones internas y sin nadie que les haga sombra, sometiendo a mujeres y niñas, con millones de ciudadanos desnutridos y anhelando un reconocimiento internacional que no llega.
“Millones de personas necesitan desesperadamente agua, alimentos, ayuda médica de emergencia, electricidad y alojamiento”, mientras sigue el reguero de refugiados.
Hay males acentuados e impuestos: la llegada de los islamistas ahonda la crisis económica y de recursos ya existente, mientras se persigue a la prensa o las mujeres.
Los islamistas arrasaron en la guerra, pero ni tienen el amor de la calle ni paz en sus propias filas. El país afronta el éxodo, el hambre y la miseria.
Diplomáticos de Washington alertaron en julio del riesgo de un triunfo islamista, pero ahora se ven rogando por corredores humanitarios para llegar al aeropuerto de Kabul.