Drones ucranianos acaban con un súper submarino de Rusia de 400 millones de dólares en un ataque sin precedentes
El Servicio de Seguridad de Ucrania ha asegurado que el sumergible ha quedado "prácticamente inutilizado".

Ataque sin precedentes de Ucrania contra Rusia. El país dirigido por Volodímir Zelenski ha acabado con un súper submarino ruso de 400 millones de dólares (unos 340 millones de euros, al cambio actual) gracias a una ofensiva con drones submarinos.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha anunciado que "por primera vez en la historia" drones submarinos del tipo 'Sub Sea Baby' han hecho "estallar un submarino ruso" de la clase 'Varshavyanka' (equivalente a la clase Kilo de la OTAN).
Según el SBU, el sumergible, uno de los más importantes de la flota rusa del mar Negro, ha quedado "prácticamente inutilizado" como consecuencia del ataque ucraniano con los drones 'Sub Sea Baby'.
Tal y como recoge el medio de comunicación ucraniano Euromaidan Press, el submarino ruso de la clase 'Varshavyanka' transportaba cuatro lanzadores de misiles de crucero 'Kalibr'. Se trata de un armamento que ha sido decisivo para provocar cortes de energía generalizados en Ucrania, ya que ha causado daños graves en ataques contra centrales térmicas, subestaciones y otras infraestructuras energéticas críticas para el país.
Un duro golpe para la flota rusa del mar Negro
La eliminación de esos lanzadores de misiles de crucero 'Kalibr' supone un duro golpe para Moscú, ya que la capacidad de ataque de la flota rusa del mar Negro ha quedado significativamente debilitada.
"Como resultado de la explosión, el submarino sufrió daños críticos y, de hecho, quedó inutilizado. A bordo del submarino se encontraban cuatro lanzadores de misiles de crucero 'Kalibr', que el enemigo utiliza para atacar territorio ucraniano", ha confirmado al respecto el Servicio de Seguridad de Ucrania en una publicación en su canal de Telegram.
El propio SBU ha estimado que la construcción de un nuevo submarino de este tipo le costaría a Rusia aproximadamente 500 millones de dólares (425 millones de euros) como consecuencia de las sanciones internacionales contra el país presidido por Vladímir Putin.
