Luz Casal: "Cuando empecé éramos poquísimas y esa sensación de ser un poco perro verde se ha difuminado"
Life
Life

Luz Casal: "Cuando empecé éramos poquísimas y esa sensación de ser un poco perro verde se ha difuminado"

La cantante presenta su primer disco en directo 'Luz Casal y la Real Filharmonía De Galicia Solo esta noche 21/07/2021'.

Luz Casal en su concierto 'Solo esta noche' en la plaza del Obradoiro.Cortesía de Universal Music

Banda sonora de cintas de Almodóvar, ganadora de un premio Goya a Mejor canción original, de un premio Ondas, de una medalla al mérito de las Bellas Artes incluso de un Grammy Latino. Luz Casal y sus más de 40 años de música a sus espaldas lo han logrado casi todo, pero le faltaba algo: un disco en directo.

Este viernes 20 de mayo sale a la venta su disco Luz Casal y la Real Filharmonía De Galicia Solo esta noche 21/7/2021, un trabajo que recoge su concierto el pasado 21 de julio en la Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela.

Para ella, actuar en un símbolo de su comunidad como es esa simbólica plaza con la catedral al fondo fue toda una experiencia tanto a nivel personal como profesional. La cantante dice no asustarse ante ningún género, a los que se ha ido adaptando desde el rock and roll clásico de Rufino o No puedo más hacia los boleros que la lanzaron a la fama como Piensa en mí o al pop con toques de guitarra flamenca y jazz de Un nuevo día brillará.

Casal, que estará en el Universal Music Festival del madrileño Teatro Real el próximo 20 de junio, sigue teniendo asegura continuar manteniendo esa esencia rockera y seguir necesitando a los músicos de estudio por encima de los samples y los retoques electrónicos.

¿Cómo fue para ti como gallega cantar en un entorno como la Plaza del Obradoiro?

Fue un componente importante y cantar dos canciones tan importantes dentro del folclore y la memoria sentimental gallega como Negra sombra y Camariñas, también. Fueron dos momentos importantes del concierto, muy importantes. De hecho, yo creo que Negra sombra todavía lo escuché ayer y pensé: ‘No sé si la podré cantar mejor’.

En los Goya también fue muy aplaudida.

Sí, se vio bonito y quedó bien. Es una canción que significa mucho, tiene el poema de Rosalía que da mucho juego, por un lado de la presencia que te va a llevar al otro lado, pero puedes interpretarla de diferentes maneras. Tiene como un paisaje más diverso detrás, cada uno puede darle su lectura propia al escucharla. Eso es agradecido, para que a ti no te resulten a ti personalmente pesadas.

¿Hay alguna canción que se te haga pesada al volver a cantar en directo?

No, ni siquiera Rufino, que representa a un tipo de tío que era muy los 80 ese tipo ya mayor que decía ‘eeh..’. No me canso porque sé que hay mucha gente que desea que cante esa canción. No me canso por respeto al público, que tiene una conexión fuerte con determinadas canciones, supongo que yo mentalmente no dejo que pueda aparecer el hastío y el día que aparece, no hago esa canción y chao. Solo faltaba no tener esa libertad.

¿La luz rockera de los primeros discos sigue presente aunque toque con una filarmónica?

Sí, digamos que lo que se puede considerar como veleidades estilísticas obedecen sobre todo a mi espíritu aventurero y a mis necesidades dentro de la música de hasta dónde sería capaz de llegar. Eso es mi propia libertad la que me marca, no lo que pueda opinar cualquiera de si estoy dentro de este grupo o dentro del otro. Pero hay una esencia que pertenece a uno. Yo no sé cómo puede influir en tu adolescencia escuchar música urbana, pero te influirá de una manera, pues haber escuchado determinada música y haberla hecho también, te marca. Que a mí me pueda gustar la ópera no implica que tú puedas con tu actitud hacerla, aunque no vaya a ser nunca cantante de ópera. 

Hay millares de ejemplos en el rock, desde los Rolling Stones pasando por el grupo más heavy como pueda ser Rammstein es que al amor, no vas a gritar, “estoy enamorado de ti”. Se puede, pero lo común es que llegado la necesidad de comunicarte con el público con una canción que hable de lo bonito que es el amanecer, tienes que manifestarlo de una manera. Puedes decir que ese amanecer concreto es una mierda, claro. Pero tienes que hacer algo que te marca unos caminos que son los que son. Después cada uno tiene su actitud, y esa es la que es. No sé cuál es la mía, pero es la mía (risas).

Hay herramientas para que la gente haga música como el que hace un plato de comida

Tu madre te decía al empezar “no se puede tener todo en esta vida”, ¿qué es lo que te ha faltado?

Eso fue después, al empezar era más bien mi padre, que me decía como que mirara atrás para tomar conciencia de dónde venía y lo que había ido consiguiendo, que hay gente peor que tú. Eso es importante cuando empiezas a descubrir la vida, que piensas que todo es como tú. 

Mi madre me lo empezó a decir que cuando me quejaba, que no era muy quejica, me decía “hija, no se puede tener todo”. Era el remate que ya no me quedaba ninguna posibilidad (risas).

Viniste a Madrid en el 1977 con tu maqueta de La Guapa bajo el brazo para promocionarla, ¿es más fácil ser músico joven ahora?

Mucho más, piensa que yo cuando salí de Asturias me había matriculado en el conservatorio, pero mi objetivo era grabar un disco físico, una cosa negra y tal. No se podía, era en Madrid o en Barcelona. Ahora puedes grabar, puedes tocar centenares de samples. Tienes programas que te facilitan si quieres un beat determinado, a ese nivel hay muchísimas más posibilidades y herramientas para que la gente haga música como el que hace un plato de comida. Es así y está bien.

¿Y qué tal te llevas con esos retoques?

Sigo dependiendo un poco de esa figura del músico en el estudio, necesito seguir teniendo guitarras, es el mismo motivo, porque me gusta. Pero he introducido avances, por ejemplo, en Cleptómana creo que se llama la canción hay un sonido de batería electrónica, que no se estaba usando todavía y a mí no me dio ningún tipo de pudor de que fuera o estuviera haciendo algo salvaje o “pobre baterías”...

Me parece algo natural aprovecharse de los avances tecnológicos y todo lo que revierta en que tengas más posibilidades para expresarte. Si quieres utilizar un sonido de trombón y no quieres ese sonido de trombón como tal y quieres modificarlo, poder hacerlo es maravilloso.

  Luz Casal durante su concierto 'Solo esta noche'.Cortesía de Universal Music

En 1982 sacabas la canción Mujeres en tu primer disco Luz, que hablaba de la situación de la mujer, ¿ves que es la misma en la industria que ahora?

Desde luego que no, la prueba está en la cantidad de mujeres que hay ahora mismo en el panorama con un enorme talento, es inabarcable. Cada día descubro a una. Escriben, componen, tocan, cantan, producen, reproducen, bailan, coreografían… Ha cambiado muchísimo, cuando empecé éramos poquísimas y esa sensación de ser un poco perro verde se ha difuminado. 

Imagino que se os exigiría el doble.

Yo es que ahí no hago mucha vista atrás, hace mucho tiempo y ya no me acuerdo. Hago esfuerzos por acordarme de tal canción, pero esas cosas pertenecen a la mochila que tienes y estoy en otro momento de la vida.

Hay otros artistas de tu época que decían que antes había una libertad que no hay ahora, ¿también lo ves así?

Yo personalmente no he tenido problemas, sigo hablando y diciendo lo que quiero. Siempre he sido por otro lado como sutil, en la manera que siempre he pensado, que las canciones en lugar de ser la crónica de este preciso momento. Reflejarlo de manera, con el sícumil pictórico, no son tanto el realismo 100% sino que haya una mezcla entre impresionismo, abstracto, una mezcolanza que haya de una manera de que pensando en mí como artista, yo pasados dos años, esa canción que canté con esa imagen precisa de lo que veo y pueda comparar las seis líneas de madera como las olas que rompen en el mar. Para darme a nivel interpretativo una capacidad mayor que “tú que vienes con la falda almidonada”, por ejemplo.

En Francia la variedad se ve, aquí hay ciertas cosas que están como ocultas

Como artista tienes mucha relación con Francia y allí te has convertido en toda una referente, ¿ves diferencia en cómo se trata la cultura aquí y allí?

En Francia hay mucha diversidad y creo que mucha tiene que ver con la cantidad de colonias y haber tenido países bajo dominio francés, hay mucha gente de África, del sur de Asia, de Oriente Medio, que mezclados por tercera o cuarta generación o incluso recientes, tienen una mezcolanza.

Hay un dúo de rap de hermanos, PNL, son poderosísimos con unas letras avasalladoras, dentro del rap con un beat y demás sientes que hay un perfume que es parte de su origen, de dónde vienen. Yo no podría decirte que son de Tanzania, pero sabes que son africanos sin saber el color que tienen. 

Además los franceses cuidan muchísimo la cultura, como ritual cada vez que voy como parte del mobiliario y siempre, desde el año 91, siempre aparece alguien relacionado con el mundo de la música, con el mundo del cine, con el teatro, con arquitectura, con la literatura… Siempre te de la sensación de ‘joder…’. En eso siento por un lado de variedad, que hay un montón de músicas en España lo que pasa que no sobresalen me di cuenta organizando el festival de la Luz e invitábamos a gente de todos los estilos, en Francia la variedad se ve. Aquí hay ciertas cosas que están como ocultas, te cuesta ver que haya una formación de jazz, por ejemplo, con gente con 20 años estudiando muchos años trombón y no sabes que existen.

Luego a título personal me siento hiperquerida, le tengo un montón de agradecimiento porque habiendo tantísima gente y tan variada, teniendo un espacio reservado para mí sola es un regalazo.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

Sobre qué temas escribo

Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.

 

Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

Cómo contactar conmigo: