María del Puy Alvarado, productora de 'Madre': “Si no hay directoras recogiendo un Goya, es muy difícil que una joven se imagine ahí"

María del Puy Alvarado, productora de 'Madre': “Si no hay directoras recogiendo un Goya, es muy difícil que una joven se imagine ahí"

La productora, nominada al Oscar en 2019, explica cómo consiguieron la candidatura y repasa la situación del cine en España: "Hace falta más apoyo de las televisiones al cine de autor”.

María del Puy Alvarado, productora de la película 'Madre'.CARLOS PINA

Hace un año la española María del Puy Alvarado se paseaba por la alfombra roja de los Oscar en calidad de nominada. El corto Madre, dirigido por Rodrigo Sorogoyen y coproducido por su productora Malvalanda, optaba al premio a Mejor cortometraje de ficción. De aquella cita se llevó una experiencia única y un sillón en la Academia de Hollywood. María del Puy Alvarado es una de las que ha votado para elegir a los ganadores de esta 92ª edición de los premios Oscar.

“No por estar nominada te conviertes automáticamente en académica. Evalúan tu trayectoria previa, pero es más fácil entrar en la de Hollywood que en la de España”, explica en un encuentro con El HuffPost Life, solo unos días antes de la gala y con los Goya todavía presentes. [Su película Madre, continuación del cortometraje, optaba a tres cabezones pero finalmente volvió de vacío.]

Este es su primer año en Hollywood. Se incorporó en julio de 2019 junto a otros 841 cineastas, la mitad mujeres, invitados por la institución en un nuevo intento por renovarse. “Pertenezco a la categoría de cortos de ficción y animación en general. En las fases previas voto sólo en esa categoría, pero en la final puedo hacerlo en todo”, cuenta.

¿También tenéis una plataforma como en España para ver las películas antes de votar?

Puedes elegir que te lleguen los DVDs a casa o verlos en la plataforma. Te hacen jurar y perjurar que has visto las películas. En los materiales que te llegan hay una leyenda que dice que si regalas el DVD o pasa algo con él es delito. Al fin y al cabo son películas que en muchos casos no se han estrenado aún. Son superestrictos y tienes que demostrar que has visto las películas para votar. 

En Hollywood son superestrictos y tienes que demostrar que has visto las películas para votar

Para María del Puy Alvarado la nominación al Oscar fue inesperada aunque también trabajada. “Hubo un momento en el que nos dimos cuenta de que el corto había ganado muchos premios [a día de hoy tiene 107 y lo siguen pidiendo en festivales] y que dos años después de haberlo rodado seguía funcionando. Ya tenía el Goya, que acredita para inscribir en los Oscar, así que en verano de 2017 decidimos contratar una agencia de comunicación internacional para hacer prensa. Invertimos en promoción para llegar a los medios”, explica. “Cuando iban a salir las short lists [nominados], estábamos en las quinielas de medios importantes, probablemente porque hubo un trabajo de que se viera el corto”, añade.

Promoción, promoción, promoción fueron los ingredientes para llegar a estar entre los cuatro candidatos. Hace solo unos días lo decía en estos términos Antonio Banderas en El País: “Para ganar el Oscar hay que tocar platillos todo el día y hacer mucho ruido”. 

“Todo lo que se haga suma”, continúa la productora. Lo sabe por experiencia: “Nosotros habíamos llegado con otro corto (Elena Asins - Génesis) hasta ahí —estar en las 140 seleccionadas por la Academia—, pero no hicimos nada de promoción. Siempre nos quedó la espina: ¿y si lo hubiéramos hecho? Con Madre dijimos es una inversión elevada para productoras pequeñas pero decidimos apostar”.

Esto del esfuerzo económico me hace pensar en la reivindicación que volvimos a escuchar hace unos días en los Goya: más ayudas al cine español. ¿Es tan sangrante la situación? ¿No hemos mejorado nada? 

En comparación con otros países europeos, especialmente Francia, estamos muy atrás. Necesitamos más apoyo estatal. Desde la crisis se ha ido hacia atrás y realmente hay un tipo de cine en Europa que necesita de este apoyo, y también hace falta más apoyo de las televisiones al cine de autor.

¿El problema lo tiene entonces el cine de autor?

El apoyo es insuficiente. Es un asunto complicado. Cada vez se hacen películas más grandes o películas más pequeñas. Diría que el modelo de Madre, con un presupuesto intermedio, empieza a estar en extinción. No hay tantas películas de este presupuesto. Nosotros la pudimos financiar por Francia, porque hay una coproducción muy potente. Sino, nos hubiera costado mucho hacerla.

Hace falta más apoyo de las televisiones al cine de autor

Una de las quejas de los detractores de las ayudas al cine es que no revierten beneficios, que las películas de autor no llenan salas… ¿Por qué pasa eso? ¿No se promocionan lo suficiente?

Es complicado. Se está perdiendo el espectador de sala y afecta más a este tipo de películas. Se está perdiendo la cultura de ir al cine porque con las nuevas tecnologías es mucho más fácil ver películas en casa. Las nuevas generaciones no van al cine. Es un dato real. Soy profesora asociada en la Complutense y cuando llegué hace tres años pregunté: ‘¿Qué habéis ido a ver este fin de semana?’ De 80, habían ido tres o cuatro. Sigo haciendo el test cada semana y ven las películas en las plataformas, los que van a salas son minoría. Hay un público que se está perdiendo y afecta mucho a este cine.  

¿Una plataforma no revierte beneficios de la misma manera?

Sí, claro, lo hace. Igual es muy antiguo seguir queriendo llenar salas. Lo ideal sería que la gente siguiera comprando entradas y con el tiempo las películas estuviesen en plataformas. Las plataformas son maravillosas, son otra vía de financiación para las películas. Dan una vida larguísima, pero soy una romántica del cine. Creo que en casa se pierde la concentración.

Hay directores que dicen que, salvo excepciones, las plataformas no producen buen cine. ¿Compartes este rechazo?

Si Netflix te financia una película, la financia entera. No tienes que hacer esos encajes de bolillos de cuatro televisiones y no sé cuántos países como con El agente topo [próxima coproducción de Malvalanda, ahora en Sundance], que ha necesitado de cinco. No te puedo explicar lo bonito y también lo complicado que ha sido sacar esa película adelante. Es mucho más sencillo si una plataforma financia todo. Aunque de esta forma también hay una cierta independencia y luego la puedes vender a alguna plataforma. Si no la producen, después les dan mucha vida. Las plataformas son superamigas, pero sí es verdad que hasta ahora era muy difícil acercarse con ese tipo de cine.

¿Qué criterios tiene en cuenta el Gobierno para dar una subvención?

Hay dos tipos de ayudas, las selectivas y la generales. En las generales puntúa cómo va de financiada, si tienes una televisión que la apoya, si es una coproducción, si el director ha ganado premios internacionales, si la productora ha estado en festivales de clase A, si tiene algún Goya, la taquilla de las últimas películas de la productora... Y luego está el tema de discriminación positiva por mujeres en la producción. Para tener la máxima puntuación hay que tener un número mínimo de jefas de equipo. 

Pero atendiendo a los primeros criterios, siempre se llevan las ayudas las mismas...

En las selectivas es distinto, se valora mucho más el guion. Las generales sí están más centradas en la solvencia, en la taquilla… Yo hasta ahora no tenía todos los puntos, pero poco a poco los vas logrando. Necesitas tener un rodaje de muchos años. Es un filtro que las generaciones anteriores no tuvieron.

Porque ahora se hace más cine, ¿no?

Sí, se producen muchas más películas. En 2018 fueron 266 películas y en el 2000, 98.

Si tienes una película con un presupuesto de dos millones y medio, esos dos millones y medio los gastas en salarios, proveedores… No te los quedas. Se gasta todo

¿Cómo se convence a una persona que se queja de las ayudas al cine?  

En el sistema económico en el que vivimos están subvencionados otros muchísimos sectores, no solo el nuestro. Es así y es muy necesario. El problema es que hay que entender la Cultura como un pilar de la sociedad. Pasa como la Educación. En cualquier caso, el impacto económico de las películas es elevadísimo. Tienes 200 personas contratadas. La partida de Seguridad Social es altísima, luego salarios, restaurantes, empresas de catering, proveedores… Cuando una peli llega a un lugar empieza a generar un impacto económico muy elevado.

Da igual que guste más o menos, sea buena o mala, se mueve la economía.

Claro. Si tienes una película con un presupuesto de dos millones y medio, esos dos millones y medio los gastas en salarios, proveedores… No te los quedas. Se gasta todo. Todo el dinero con el que hacemos las películas se divide en partidas y se va invirtiendo. Fíjate la cantidad de gente que hay alrededor de un rodaje y la cantidad de cosas que se compran.

  María del Puy Alvarado, en el Estupenda Café Bar de Madrid.CARLOS PINA

Hemos oído hablar mucho de la falta de mujeres directoras y de lo difícil que es para una actriz de más de 40 conseguir un buen papel, ¿pasa lo mismo en producción?

En producción hay muchos cargos. Están los directores y luego ayudantes de producción, auxiliares... Creo que abajo hay más mujeres, pero según vas subiendo la categoría no hay. Las cifras lo dicen. Sí hay productoras, desde luego, pero hay muchísimos más hombres. En todos los sectores pasa igual.

El informe de 2018 dice que de 2.279 profesionales ocupando jefaturas de departamentos, el 29% son mujeres y el 71%, hombres. Aquí han ayudado las medidas de discriminación positiva, que hicieron que aumentasen las áreas de producción, un 8%; dirección, un 1%; guion, un 17%; dirección de producción un 2%; dirección artística, un 3 %; y composición musical, un 15%. Hasta antes de ayer no había compositoras en España. No existían. De hecho hay un dato muy interesante: sólo una mujer ha ganado el Goya a mejor composición original, que fue Eva Gancedo por La buena estrella.

¿Por qué pasa eso? ¿No hay mujeres preparadas para estos puestos? 

Cuando estudié en la ECAM, en la especialidad de directores de foto había más mujeres que hombres, y muy pocas se han dedicado a la dirección de foto. El techo de cristal está instaurado en toda la sociedad y el tema de la maternidad afecta a todos los sectores. Tampoco no hay referentes y si no hay referentes, no hay una directora de foto recogiendo un Oscar o un Goya o haciendo películas, es muy difícil que alguien se imagine que pueda llegar a hacerlo. Los referentes son fundamentales. Por eso estoy a favor de forzar un poco las cosas temporalmente, hasta que generemos referentes, para que las generaciones que vienen detrás digan: ‘Yo también puedo’. Si no hay referentes nunca te lo vas a creer suficientes para llegar ahí.

El otro día en los Goya no había ni una mujer nominada en la categoría de Mejor dirección. En dirección Novel sí, de hecho ganó Belén Funes. Y ganó Nata Moreno en la categoría de Mejor documental, pero en la categoría gorda no había ninguna mujer. Y en los Oscar pasa lo mismo. 

Si no hay referentes y no hay una directora recogiendo un Oscar o un Goya, es muy difícil que alguien se imagine que pueda llegar ahí

Tu caso es distinto, tú has llegado hasta ahí. En cierto modo eres una privilegiada. ¿Has sentido esa desigualdad?

Lo que me gustaría saber es qué hubiera pasado si hubiera sido hombre. Pero eso nunca lo sabremos. Si estaría en este lugar o habría ido más rápido. ‘¿Más rápido?’ Me dicen algunas personas. Pues sí, más rápido. Lo veo en algunos compañeros que han podido hacer muchísimas más películas y muchísimas más cosas. Aún hay gente que confía más en el hombre. Es algo del inconsciente, parece que un hombre lo va a conseguir y nosotras seguimos en ese paternalismo de ‘ay, qué maja’. Tengo un amigo que me dijo una vez una frase muy acertada. Según él, a las mujeres se nos educa la eficiencia y no para la excelencia. Y es verdad que muchas veces te dicen ‘¡Qué eficaz eres! ¡Qué trabajadora!’ y la versión para un hombre es: ’¡Eres un crack, tío! ¡Qué máquina!’. Los adjetivos son diferentes siempre.

Respecto cuando empezaste, ¿notas alguna mejoría?

Las cosas han mejorado mucho. Eso es lo bueno de todo esto. Yo llevo 13 años con Malvalanda y en estos 13 años ha habido una revolución laboral. Se ha avanzado muchísimo pero las cifras hablan por sí solas. Es fácil a veces decir ’las cosas han cambiado’ porque tú encontrado un lugar que te ha costado mucho esfuerzo, te has ido rodeando de mujeres que han encontrado un lugar también, pero queda mucho. Desgraciadamente, en términos laborales, estoy convencida de que no voy a vivir la igualdad.