Con mucha práctica y no siempre en solitario: así se masturban los españoles

Con mucha práctica y no siempre en solitario: así se masturban los españoles

Los hábitos no son iguales entre hombres y mujeres.

Mujer tocando su pomelo y hombre agarrando su plátano.Andrii Zastrozhnov via Getty Images/iStockphoto

Encierro en casa, muchas horas por entretenerse, parejas con toque de queda, citas de Tinder más bien escasas... La pandemia también ha afectado a cómo se vive la sexualidad. El coronavirus no lo ha puesto nada fácil para tener relaciones a quienes no viven con su pareja y la masturbación se ha convertido en la herramienta más a mano. Un 32% lo hace más a menudo desde la pandemia, según el Barómetro de Auto-placer de la marca de juguetes sexuales TENGA.

Eso ha pasado tanto en ellos como en ellas, aunque cada uno a su manera. En el caso de las mujeres, un 47% ha afirmado haber aumentado su frecuencia en la masturbación, según el estudio Evolución de la sexualidad de la mujer española, publicado por la app de citas extramatrimoniales Gleeden.

A falta de relaciones sociales y de nuevas parejas sexuales, los juguetes sexuales han servido para dar un toque distinto a la masturbación e incluso para usarlos en pareja. En total, un 44,5% de los jóvenes españoles han usado un vibrador, según datos del 9º barómetro de Control Los jóvenes y el sexo. 

Ellas son más proclives a utilizar juguetes sexuales que ellos. Un 67% de las encuestadas por Gleeden se ha masturbado en solitario y echando mano de algún juguete sexual. Ellos siguen siendo más reacios a utilizar algo más que sus manos, solo un 29% de los encuestados por la marca de juguetes sexuales Arcwave —en la que han participado hombres de varios países— ha admitido hacerlo de forma regular.

El motivo principal para utilizarlos, en el caso de los hombres, es para mejorar sus orgasmos (61% de los encuestados de Arcwave).

A pesar de lo que se pueda pensar, la masturbación no es cosa de uno. Las españolas han sabido adaptarlo a la vida en pareja durante este año. El 90% ha practicado la masturbación en pareja, de ellas, el 48% lo hace habitualmente.

Según los datos de Gleeden, conforme aumenta la edad de las féminas esta práctica va creciendo en detrimento de la masturbación individual. Las mujeres entre los 20 y los 30 años, el 64% dice hacerlo sola frente a un 82% en pareja; entre 31 y 40 años, un 48% en solitario frente a un 34% en pareja; entre 41 y 50 años, el porcentaje de mujeres que se masturban en solitario cae hasta el 30%, pero sube las que lo hacen en pareja, un 50%; por último, entre las mujeres entre 51 y 60 años, la práctica individual cae hasta el 17%, pero en dupla lo hace en menor medida, un 25%.

A pesar de que la masturbación masculina ha sido tradicionalmente un tema menos tabú que la femenina, tampoco se publican datos de los hábitos de los hombres. Según el estudio de Arcwave, los hombres tienen mucha práctica tocándose. De hecho, se masturban una media de 156 veces al año, unas tres veces por semana. Dentro de los que lo hacen, al menos una vez en semana, la media sube a 5,1 veces. Mientras que ellas suelen darse placer dos veces semanales, según datos de un estudio realizado en 2018 por Online Doctor.

En líneas generales, lo que queda claro es que tocarse manualmente es una práctica semanal. Según los datos de TENGA, el 51% lo hace al menos una vez en semana.

También son distintos el orgasmo femenino y el masculino. En líneas generales, mientras que para ellos, este dura entre 4 o 6 segundos (27%) o, como mucho, entre 7 y 9 segundos (18%); para ellas, el clímax se puede alargar entre 7 y 18 segundos –unos 10,9 segundos de media–, según datos de un estudio de 2018 de Archives of sexual behavior.

Eso sí para mejorar su experiencia en la masturbación, un 19% de ellos utilizan las dos manos y los ya mencionados juguetes sexuales. Estos juguetes ayudan a que los orgasmos sean más intensos y se aceleren las pulsaciones cardiacas, que, como se puede ver en el gráfico de Arcwave, en los hombres no varían tanto como en las mujeres.

  Frecuencia cardiaca por minuto en el orgasmo (BPM).Arcwave

Más allá del placer, tocarse tiene muchos beneficios para la salud. Según los datos de Gleeden, “mejora sistema inmunológico y ayuda a generar resistencia ante las infecciones, entre ellas las del tracto urinario, y a relajarnos y dormir mejor”.

Pero más allá de esto también baja la incidencia del cáncer de próstata en hombres y en las mujeres ayuda a reducir las molestias menstruales y a liberar la tensión premenstrual. De hecho, el 88% de los encuestados por TENGA lo considera una labor de “autocuidado”.

Todo eso sin tener en cuenta beneficios para tu pareja. “También te permite conocer tus gustos y aversiones sexuales, que luego podrás compartir con tu pareja, por lo que no solo es bueno para tu personalidad y autoconocimiento, sino también para tus relaciones”, señala Christopher Ryan Jones, psicólogo clínico y terapeuta sexual consultado por Arcwave.

Pero más allá de los beneficios interpersonales, la masturbación es importante para mejorar la autoestima y reducir el estrés. Al igual que sucede con el sexo, durante la masturbación se liberan neurotransmisores como “dopamina y las endorfinas” que mejora, además del estado físico, el estado de ánimo. Nunca ha sido tan cierto eso de “darse una alegría” a uno mismo.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

Sobre qué temas escribo

Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.

 

Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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