Un oncólogo advierte del riesgo de recaída en las pacientes con cáncer de ovario en los primeros años

Un oncólogo advierte del riesgo de recaída en las pacientes con cáncer de ovario en los primeros años

“A día de hoy el mejor consejo que se puede dar a la población es el ser muy estrictas con las revisiones ginecológicas”, ha dicho Rodrigo Sánchez Bayona.

Un modelo del aparato reproductor femenino.PETER DAZELEY VIA GETTY IMAGES

Rodrigo Sánchez Bayona, secretario científico de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncólogo médico del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, ha señalado que el principal problema con el cáncer de ovario, “a diferencia de otros tumores”, es que cuando se producen síntomas, “los produce porque la enfermedad ya está en una etapa avanzada”.

Así, el doctor en Medicina ha explicado en una entrevista en La Voz de Galicia que “no hay una manera a día de hoy de hacer cribados para diagnosticarlo de manera precoz, como sí podemos hacerlo con el cáncer de mama a través de las mamografías, por ejemplo”. “El cáncer de ovario es una enfermedad muy silente en etapas precoces. Cuando la mujer consulta porque tiene síntomas es porque el tumor está ya más extendido”, ha dicho.

“A día de hoy el mejor consejo que se puede dar a la población es el ser muy estrictas con las revisiones ginecológicas”, ha asegurado. Además, a diferencia de otros tumores, ha añadido, “como pasa con el cáncer de pulmón y el tabaco, en el cáncer de ovario no se sabe cuáles pueden ser factores de riesgo”.

Sobre qué se puede hacer en cuanto a prevención, ha resaltado que las dos cosas más importantes son, primero, “conocer el cáncer de ovario, que todavía hay mucho desconocimiento entre la población”. “Y segundo, lo que ya hemos comentado, hacerse las revisiones ginecológicas todos los años”, ha insistido.

Sánchez ha contado que el pilar del tratamiento en estos momentos sigue siendo la cirugía, que tiene “un papel pronóstico clarísimo e intentamos que sea siempre el primer tratamiento cuando la enfermedad es operable”. Y suele ir seguida de quimioterapia.

Además, ha destacado el tras la quimioterapia el siguiente paso es un tratamiento de mantenimiento. “Es algo que hemos incorporado recientemente y que ha cambiado el paradigma de este tipo de cáncer: son unas pastillas que se llaman inhibidores de PARP, que es una enzima que participa en la reparación del DNA”.

“Entonces, tenemos distintos inhibidores de PARP que como mantenimiento durante dos o tres años, han cambiado claramente el pronóstico de las pacientes”, ha continuado. “En la última década ha sido el gran avance en este cáncer. Gracias a esto podemos hablar de largas supervivientes”, ha afirmado.

Y ha señalado que este tumor tiene una alta probabilidad de recaída. “Casi la mitad de las pacientes pueden tener una recaída en los primeros dos o tres años y la mortalidad a cinco años es muy alta”, ha alertado.

“Ahora mismo, habrá que ver el impacto de los inhibidores de PARP, la supervivencia a cinco años está entorno al 40-50%. El principal factor pronóstico es el haber sido capaces de operar o no. Es decir, las pacientes que se operan van mejor que las que no se operan porque sabemos que la cirugía, especialmente si es completa, impacta claramente en el pronóstico”, ha añadido.