Los caballos eran personas y otras genialidades que dejó 'Pasión de gavilanes'

Los caballos eran personas y otras genialidades que dejó 'Pasión de gavilanes'

La recordada telenovela tendrá una segunda parte.

Imagen de 'Pasión de gavilanes'.Telemundo

Han pasado 16 años desde que los hermanos Elizondo y los hermanos Reyes llegaron a la televisión. Con sombrero de ala ancha, montados a caballo y con poca ropa, Pasión de gavilanes (Antena 3) se convirtió en una de las telenovelas más vistas de España, cosechando tres millones de espectadores en sus primeras emisiones.

Para los que se quedaron con las ganas de saber qué ocurriría posteriormente en la hacienda de los Elizondo con las tres parejas felizmente casadas, hay una buena noticia: habrá segunda parte.

Tal y como ha informado Telemundo en exclusiva a la revista Semana, la producción tendrá una secuela en la que por el momento contará con Paola Rey (Jimena en la primera parte de la serie), aunque queda por confirmar parte del reparto.

“Esta nueva generación de Pasión de gavilanes está predestinada a empezar con otro trágico crimen que sacude a la familia hasta lo más profundo. La subsecuente investigación de la misteriosa muerte de un profesor apunta a los hijos de una de las parejas como posibles culpables, lo que desencadena una dramática serie de eventos para demostrar su inocencia”, explican en su comunicado.

Con motivo de esta secuela, repasamos algunos de las cosas que dejó en el imaginario colectivo esta telenovela colombiana.

“Quién es ese hombre, que me mira y me desnuda, una fiera inquieta que me da mil vueltas y me hace temblar pero me hace sentir mujer”. Ya que no te puedes quitar la canción de la cabeza, admitirás que no ha habido otra telenovela que consiguiese tener una canción tan pegadiza y que conocían tanto los espectadores como quienes no veían la serie. De hecho, el disco de la banda sonora logró un disco de oro en España con más 50.000 copias vendidas.

Juan, Oscar y Franco se pasaban el 90% de la serie sin camiseta cuando todavía Mario Casas ni empezaba a lucir pectorales. Los hermanos Reyes montaban a caballo, cavaban, se hidrataban... Todo, ligeros de ropa. Eso sí, el gorro de ala ancha que no falte.

  Escena de 'Pasión de Gavilanes'.Telemundo

Ir sin camiseta no era una excepción si te habían secuestrado y estabas en un foso bajo tierra. Ahí también se puede lucir pectorales. Si no que se lo digan a Juan Reyes, al que no le importó estar secuestrado por Dínora en la selva para dejar estampas como esta, contrayendo hasta el más mínimo músculo del tórax:

  Imagen de Juan Reyes secuestrado por Dínora en 'Pasión de gavilanes'.Telemundo

Y si no que se lo digan al propio Juan Reyes, que con expresiones como esta de su cara igual podía estar enfadado, sorprendido o tremendamente enamorado de Norma.

  Juan Reyes, muy enfadado.Telemundo

Norma, Jimena y Sara encontraron a Juan, Oscar y Franco como sus parejas ideales (y prohibidas) frente a su madre Gabriela, que esperaba otros pretendientes para ellas. Su romance dio lugar a varias muertes, secuestros y todo tipo de desgracias.

  Intro de 'Pasión de gavilanes'.Telemundo

La mitad de la trama que no estaban sin camiseta la pasaban montando a caballo. O eso es lo que pensábamos todos. Danna García (Norma, en la ficción) enseñó que en realidad montaban sobre personas cuando fingían cabalgar. Nos apiadamos del encargado de aguantar a hombros al reparto.

Después de un día en la hacienda, las horas echándose agua al torso descubierto y los acalorados revolcones en la selva, los pajares o el desierto, los protagonistas iban al centro neurálgico de la zona: el bar Alcalá. Allí es donde Rosario Montes interpretaba los temas de la producción —sí, en ese bar es donde estaba el hombre que tanto buscaba— y donde se reunían todos los protagonistas y antagonistas de la telenovela.

Toda telenovela tiene un malo de libro. Pues bien, Fernando siendo el marido por la fuerza de la hermana mayor (Norma) y a la vez amante de su madre, Gabriela, tenía todas las papeletas desde el primer capítulo. Con escenas tremendamente dramáticas como esta:

  Fernando cayéndose por el balcón de la hacienda.Telemundo

Como en buen culebrón, no murió así. Lo hizo aún más trágicamente engullido por unas arenas movedizas, como si de una película de Indiana Jones se tratara. Pero ese papel le hizo a Juan Pablo Shuk abrirse puertas en la ficción española, donde también siguió haciendo de malo de la película en series como El barco (2011) donde dio vida a Ernesto Gamboa.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

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Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


En estos ocho años he cubierto los Goya, los Oscar, el Benidorm Fest o Eurovisión. Sí, soy la responsable de los memes que han inundado la cuenta de X de El HuffPost en Eurovisión. Siempre buscando un contenido cercano, sin perder el rigor, contando más allá de lo que se pueda ver en la pantalla.
Aunque no siempre haya relación con la industria cultural, también he cubierto temas relacionados con el Feminismo y el colectivo LGTBIQ+.

 

He podido contar en primera persona con supervivientes del “Stonewall español” que es el Pasaje Begoña, denunciar la situación que viven los menores trans o hablar sobre qué significa la manosfera antes de que llegara a Netflix ‘Adolescencia’.

 

Mi trayectoria

Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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