Por qué gritar “puto nazi” (y no “maricón”, “zorra” o “negrata”) vale la suspensión de un partido

Por qué gritar “puto nazi” (y no “maricón”, “zorra” o “negrata”) vale la suspensión de un partido

El árbitro tomó la decisión junto con la Coordinadora de Seguridad del Estadio y representantes de ambos clubes.

Roman Zozulya, jugando con el Albacete Balompié.Quality Sport Images/Getty Images

“Las fuerzas de seguridad no podían garantizar la seguridad de los participantes en el encuentro”. Según recoge el acta oficial, este fue el motivo final que llevó al árbitro José Antonio López Toca, que dirigía este domingo el partido de fútbol Rayo Vallecano-Albacete, a suspender definitivamente el encuentro tras exigir varias veces que cesaran los cánticos de “puto nazi” dirigidos al futbolista ucraniano Roman Zozulya. Es la primera vez en la historia que se suspende un partido por un cántico del público hacia un jugador

Hasta en dos ocasiones, el árbitro detuvo el partido durante la primera mitad para pedir orden a la grada vallecana: exigió que retiraran una pancarta “de grandes dimensiones con el lema ‘EVITAR QUE UN NAZI VISTA LA FRANJA’” y que dejaran de cantar “Roman Zozulya, un puto nazi”, grito que procedía del “fondo de acceso a vestuarios donde se encuentran aficionados del club local [el Rayo Vallecano]”, según el acta.

Pero estos “incidentes del público” no cesaron y, al terminar el primer tiempo, López Toca se reunió con la Coordinadora de Seguridad del Estadio y representantes de ambos clubes. “La Coordinadora de Seguridad nos comunicó que las fuerzas de seguridad no podían garantizar la seguridad de los participantes en el encuentro en la actual situación”, relata el árbitro. Es entonces, y tras descartar otras posibilidades también por motivos de seguridad, cuando López Toca decide “suspender definitivamente el encuentro, comunicándoselo de esta manera a todos los involucrados, quienes lo reciben de manera favorable”, concluye el acta arbitral de la jornada 20 del campeonato de Liga 2ª División.

No obstante, muchos aficionados no lo han recibido de forma tan “favorable”, ya que no entienden por qué gritar “puto nazi” sí es motivo de suspensión y no ocurre lo mismo cuando las ofensas son “maricón”, “zorra” o “negrata”. 

La UEFA modificó en 2013 su Reglamento Disciplinario con el objetivo de aumentar las penas para “combatir las conductas racistas dentro del fútbol” y estableció sanciones específicas para quienes en un partido de fútbol “insulten la dignidad humana de una persona o grupo de personas por cualquier motivo, incluido el color de piel, raza, religión, origen étnico, género u orientación sexual”.

Si un árbitro suspende un partido por una conducta racista y/o discriminatoria, el partido se puede declarar perdido
Reglamento disciplinario de la UEFA

El artículo 14 señala que si los ofensores son miembros del club, jugadores o cualquier persona que trabaje para la UEFA, serán sancionados con “una suspensión de al menos 10 partidos”. Si las ofensas proceden de la afición, “la asociación o club responsable será castigado con un mínimo de cierre parcial del estadio”. La normativa especifica aún más: “Si un árbitro suspende un partido por una conducta racista y/o discriminatoria, el partido se puede declarar perdido”.

De este modo, la decisión final recae sobre el árbitro; pero en este caso, además, ambos clubes dieron su visto bueno, tal y como se registra en el acta. De hecho, el Rayo Vallecano ha condenado los incidentes este lunes. “Lamentamos profundamente los hechos acaecidos ayer domingo durante el partido que disputamos frente al Albacete que provocaron la suspensión del encuentro en el descanso del mismo, y que supusieron un gran perjuicio para nuestro equipo y para los aficionados”, denuncian los técnicos y los jugadores en un comunicado conjunto.

Los miembros del equipo madrileño agradecen “el gran apoyo y ambiente que la afición del Rayo siempre ofrece”, pero piden que “sea siempre desde el respeto al contrario, evitando situaciones que alejan a al club de la esencia del fútbol y de lo que este representa”: “Hacemos un llamamiento para eliminar cualquier tipo de violencia, racismo y xenofobia de nuestros estadios de fútbol”.

Si hay que anular partidos se anularán
Alejandro Blanco, presidente del COE

El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, también se ha manifestado este lunes al respecto, advirtiendo que este caso puede sentar precedente y que en el futuro se podrán anular más partidos por motivos similares. “Si estos hechos se repiten, los organismos correspondientes tienen que poner los medios, si hay que anular partidos se anularán, no podemos permitir que un campo vaya contra personas, no tengo dudas de que los responsables tomarán las medidas oportunas para que no se repita o que tenga la sanción correspondiente”, ha asegurado Blanco en la Asamblea General de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

En cualquier caso, llama la atención que en este caso sí se haya anulado el partido y no ocurriera lo mismo cuando algunos madridistas gritaban “negro, cabrón, recoge el algodón” al exjugador del Rayo Wilfred Agbonavbare, Willy, o cuando los béticos cantaban “Rubén Castro, alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien” cuando este jugador fue acusado de violencia machista.

Hay demasiados incidentes de odio en los campos de fútbol y en los espectáculos deportivos
Ignacio Aguado, vicepresidente de la Comunidad de Madrid

Quizá por eso el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, ha citado a todas las federaciones deportivas de la región después de Navidad para protocolizar la actuación de los árbitros y las federaciones en casos “como el que se produjo ayer o ante otro tipo de insultos xenófobos que atenten contra la dignidad de los deportistas o los aficionados que acuden a ellos”.

Así lo ha indicado este lunes al ser preguntado por la suspensión del partido entre Rayo Vallecano y Albacete.“Me preocupa cualquier incidente que tenga que ver con odio, cualquier delito de odio, cualquier comportamiento como el que vimos ayer”, ha manifestado Aguado en la sede de su consejería. “Hay demasiados incidentes de odio en los campos de fútbol y en los espectáculos deportivos”.

Zozulya fue cedido al Rayo en 2017 por el Betis, pero parte de la hinchada vallecana presionó para que la operación no se completara aludiendo a que el internacional ucraniano de 30 años tenía vínculos con la ultraderecha.

El jugador explicó que simpatizaba con el ejército ucraniano (al que hizo donaciones económicas) en el conflicto contra los prorrusos, pero negó cualquier relación con la extrema derecha. Finalmente tuvo que volver al Betis y después fichó por el Albacete.