Corea del Norte lanza varios misiles balísticos hacia el mar de Japón. Estas pruebas militares no han sentado nada bien en Tokio. Corea del Sur no descarta que los ejercicios estén destinados a la exportación. De hecho, este miércoles, Kim Jong Un ordenó un aumento en la producción de misiles durante una inspección de fábricas de armas.

Según informa el Estado Mayor Conjunto (JSC, en sus siglas en inglés) de Corea del Norte, y publica el medio Euronews, el lanzamiento de un misil desde las cercanías de la ciudad portuaria de Wonsan, probablemente, "tuvo como objetivo probar armas destinadas a la exportación". Cabe destacar que Pyongyang continúa apoyando a Rusia en sus actividades militares en Ucrania mediante el suministro de equipos y soldados.

En declaraciones recogidas por el medio, un portavoz del JCS, Lee Sung-jun, enfatizó que "estas pruebas forman parte de la estrategia general de Pyongyang". Además, como señala la agencia Yonhap, "esto podría estar relacionado con el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y el fortalecimiento de la cooperación militar con Rusia".

En cuanto a las reacciones, el ministro de Defensa japonés, el general Nakatani, en unas declaraciones también consultadas por el digital, expresó "su preocupación". El misil "podría haber volado en una trayectoria irregular". Además, ha calificado los hechos como "un claro acto de provocación que amenaza la paz en la región". 

Por su parte, Pyongyang se ha abstenido de realizar grandes provocaciones desde principios de este 2025. Según la información difundida, la última prueba balística se realizó el paso 10 de marzo, justo después de inicio de los ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos. 

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