El Departamento de Defensa de Estados Unidos (DOD) ha vuelto a desplegar un avión no tripulado de vigilancia de gran altitud en la región del Mar Negro después de que las recientes negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia terminaran sin un acuerdo de alto el fuego, según ha informado el medio estadounidense Newsweek. 

Este parece ser, según ha remarcado el mismo medio, el primer redespligue realizado por parte del Pentágono desde que el presdiente estadounidense Donald Trump asumió el cargo, y se produce tras el mayor ataque con drones por parte de Rusia desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania ordenada por el presdiente ruso, Vladimir Putin, en febrero de 2022. 

Rusia lanzó el sábado -tras el fracaso de las conversaciones de paz en Estambul- un ataque con 273 drones en varias regiones de Ucrania, apuntando principalmente a la región central de Kiev, así como a las regiones orientales de Dnipropetrovsk y Donetsk.

Tras este ataque, un avión no tripulado de reconocimiento estratégico estadounidense RQ-4B Global Hawk regresó a la región del Mar Negro para una nueva misión de vigilancia, informó el Moscow Times.

Las conversaciones de paz en Estambul el 16 de mayo fueron las primeras negociaciones directas entre Moscú y Kiev desde 2022. Sin embargo, Putin rechazó la propuesta del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, de un alto el fuego inmediato de 30 días.

El Ministerio de Defensa de Rusia dijo el viernes que los drones estadounidenses están apareciendo con mayor frecuencia sobre el Mar Negro, y acusó a Washington de usarlos para realizar reconocimientos y compartir inteligencia con Kiev para ayudar con el uso de armas de precisión suministradas por Occidente. El Ministerio afirmó, además, que este tipo de acciones elevan el riesgo de confrontación directa e indicó que se están considerando medidas para contrarrestar estas operaciones.

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