La Fiscalía turca acusa ahora de espionaje al rival de Erdogan, tras ser absuelto de corrupción
El exalcalde de Estambul, el socialdemócrata Ikram Imamoglu (CHP), lleva encarcelado en prisión preventiva desde el pasado marzo. Su detención y la de un centenar de funcionarios y una decena de regidores desencadenó protestas masivas en un país que volverá a las urnas en 2028.

Novedades en el caso y situación legal de Ikram Imamoglu, el que era el alcalde de la mayor ciudad de Turquía, Estambul, el que también era el líder del partido socialdemócrata CHP, pero quien sigue siendo la única persona a la que se cree capaz de derrotar en las urnas al actual mandatario Recep Tayipp Erdogan. El exregidor ha recibido en estos días una serie de buenas y malas noticias. La primera, que tras llevar encarcelado en prisión preventiva desde el pasado mes de marzo, ha sido absuelto de una de las dos acusaciones que pesaba contra él, la de corrupción. La otra noticia es que seguirá encarcelado y acusado de dos nuevos presuntos delitos.
Se debe a que, a pesar de ser declarado absuelto de la supuesta manipulación de licitaciones porque "no se constataron los elementos jurídicos del delito", de forma paralela se le ha acusado de dos nuevos delitos que llegan tras las detenciones de Necati Özkan, un asesor de campaña, el director del canal de televisión opositor 'TELE1', Merdan Yanardag. Ambos han prestado declaración durante toda la jornada de ayer hasta este lunes.
A Imamoglu, que hace dos días era absuelto de una de las mayores causas que pesaba sobre él, se le investiga ahora por presunto "espionaje político" y por venta de datos de ciudadanos por "transmitir datos personales de ciudadanos en Estambul a agencias de inteligencia extranjeras y actos similares". La Fiscalía del Distrito de Estambul cree que el móvil de ese supuesto delito fue el de "crear fondos para su campaña presidencial". El acusado ha considerado que tales acusaciones conforman el "insulto más grave" que ha recibido en su vida y ha ironizado comentando que "sería mucho más realista afirmar que yo quemé Roma".
Imamoglu: absuelto de corrupción, pero condenado por insultar al fiscal
En este sentido, y en medio de las protestas desde el CHP que alertan de una injerencia del Gobierno de Erdogan a través de la justicia para quitarse de en medio a quien los sondeos colocan como el único político en años capaz de apear al oficialista AKP del poder, Imamoglu fue absuelto de la supuesta manipulación de licitaciones, pero fue condenado a 20 meses de cárcel.
Concretamente, a una sentencia de 18 meses de cárcel por el cargo de insultar al fiscal, mientras que le han caído otros dos por amenazas. Sí ha sido absuelto de otra acusación en esta serie de cargos concreta, la de "señalar a persona implicada en la lucha contra el terrorismo". Cabe destacar que el ministerio fiscal no pedía 20 meses de prisión, sino una pena de entre 2 a 7 años, además de la inhabilitación política, una constante que figura en todas las acusaciones contra Imamoglu y que supondría desactivar la opción de su rostro en las papeletas en las próximas elecciones generales.
Pero, ¿qué le había dicho Imamoglu al fiscal jefe Akın Gürlek? Estas fueron las declaraciones: "Mire, fiscal jefe, le digo que no podemos hacerle ningún bien, su mente está podrida. Eliminaremos la mente que gobierna de la mente de esta nación para salvar incluso a sus hijos. No lo olvide". Aquello solo fue el preludio de lo que ocurrió durante la vista judicial. "No hable mirándome", le recriminó el fiscal durante el turno de intervención de Imamoglu para defenderse. El exalcalde de Estambul arrancó ovaciones en la sala con su respuesta: "¿Está prohibido hablar mirando al fiscal?". No aguardó a la contestación y le espetó al fiscal que "no me interesa mirarle".
Pero aquello también fueron los momentos previos a un discurso en el que en lugar de defenderse a él personalmente, habló de los otros detenidos y comenzó a enumerar los distintos problemas económicos y sociales de Turquía. "Mi discurso será tan breve como la vida", adelantaba, para continuar con unas palabras que se han vuelto virales en Turquía: "No tenemos miedo, estamos preocupados. Porque este país merece justicia".
"¿Espionaje político?" y "venta de datos personales"?
Para comprender esta nueva acusación que surge cuando comenzaba a despejarse el horizonte judicial del líder socialdemócrata hay que remontarse a la investigación sobre Hüseyin Gün, arrestado en julio. La Fiscalía turca apunta a que Gün, quien había trabajado con el asesor de campaña, Necati Özkan, mantuvo vínculos con la organización del clérigo opositor Fethüllah Gülen -a quien se acusa de estar detrás del supuesto intento de golpe de Estado de 2016- y con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Imamoglu ya había sido detenido por presuntos vínculos con el PKK, banda armada e insurgencia prokurda que, entre otras cosas, este fin de semana dejaba de existir al culminar el desarme pactado y negociado. Pero ahora se le acusa de contactos con servicios de inteligencia extranjeros y grupos terroristas a través de Gün. En cuanto al tercer detenido, el periodista Merdan Yanardag, ha sido imputado porque era responsable de la estrategia de medios. Se les acusa de haber enviado información de votantes a esos grupos extranjeros.
En la otra parte se encuentra la acusación por presunta venta de datos personales que se obtuvieron mediante dos aplicaciones móviles desarrolladas por la alcaldía de Estambul. En este ámbito, se acusa a Imamoglu de la venta ilegal de los datos personales de 4,7 millones de usuarios que habrían sido remitidos "a dos países extranjeros diferentes", además de los de unos 3,7 millones de usuarios que, en este caso, habrían sido "vendidos en la 'dark web'".
